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Este mes, un nuevo grupo de apuestas deportivas lanzado por Gainr Group está causando sensación; promete predicciones basadas en IA y una transformación radical de los modelos tradicionales de los grupos de apuestas. Si bien está diseñado para replicar los fondos tradicionales, desde el proyecto, dicen, ofrece rentabilidad no correlacionada a través de la aplicación de estrategias de operaciones comerciales basadas en los datos de las bolsas de apuestas y los mercados asiáticos.
No se trata de una quiniela de apuestas al uso. Esta se ha revestido con Web3, está diseñada para escalar y se dirige a inversores que suelen mantenerse alejados de cualquier cosa con probabilidades. Web3 es la nueva generación de internet, construida alrededor de redes descentralizadas en lugar de servidores centrales. En su núcleo se encuentra la cadena de bloques: un sistema donde nadie posee las claves, pero todos poseen una copia del mapa.
Esto es importante aquí porque permite una infraestructura descentralizada, contratos inteligentes automatizados y sistemas de contabilidad transparentes, fundamentales para escalar un grupo de apuestas donde la confianza, la supervisión y la velocidad lo son todo. En un mundo donde los datos impulsan el juego, Web3 elimina a los intermediarios y permite que los algoritmos se pongan manos a la obra.
El grupo de apuestas de Gainr aprovecha las ineficiencias de los mercados de predicción. ¿Su motor? Señales de operaciones comerciales respaldadas por IA. Estas señales, proporcionadas por socios estratégicos externos, identifican los momentos en que las casas de apuestas se equivocan en sus cálculos.
En lugar de realizar una única apuesta, la plataforma distribuye el capital entre diversas estrategias verificadas. Utiliza técnicas de optimización de cartera para compensar las fluctuaciones, buscando rentabilidades comparables a las de las acciones tecnológicas sin la volatilidad habitual.
Todo está envuelto en supervisión. Suntera Global administra y audita el fondo, lo que añade un nivel de formalidad para los inversores cautelosos.
Para finales de año, la firma aspira a integrar más de 100 estrategias activas que cubran múltiples deportes, mercados y casas de apuestas. La mayoría de los grupos mantienen un perfil bajo, limitándose a varios nichos de mercado. Gainr está tomando el camino opuesto. Busca un fondo de 1.000 millones de dólares bajo gestión y planea lograrlo abriendo su plataforma de aprendizaje automático a analistas externos en la segunda fase.
Este tipo de estructura de grupo con acceso abierto es poco común en el sector. Sin embargo, persisten obstáculos. Los mercados de apuestas son volátiles, no están regulados en muchos lugares y son propensos a cambios repentinos de políticas. Ni siquiera la IA más inteligente puede predecir un escándalo de amaño de partidos ni el cierre de una casa de apuestas.
Aun así, la combinación de modelos predictivos y distribución automatizada de capital es tan moderna como los grupos de apuestas.
Para los inversores con un alto patrimonio neto que buscan algo diferente, es una propuesta tentadora que ofrezca rentabilidades no correlacionadas sin necesidad de contactos internos. Pero existe un riesgo. Los grupos de apuestas, incluso los regulados, no se comportan como acciones. No hay dividendos ni un mínimo garantizado. La rentabilidad puede desaparecer de la noche a la mañana si una estrategia principal fracasa o se agota la liquidez. Con los mercados globales sacudidos por el aumento de aranceles e incertidumbre política, alternativas como el grupo de apuestas de Gainr pueden resultar atractivas para los inversores que buscan eludir el ruido político y encontrar un terreno más firme.
Y aunque el sistema de Gainr está diseñado para detectar ineficiencias, aún depende de información estratégica externa. Mantener el control de calidad a gran escala podría ser su talón de Aquiles. El mercado puede ser ineficiente, pero no siempre es explotable.
Esta medida marca un paso más en la transformación de las apuestas, que han pasado de ser charlas informales a una estrategia de junta directiva. La propuesta de Gainr es audaz, casi disruptiva. Si genera retornos consistentes y evita las desventajas habituales de los grupos, este podría ser un modelo que otros intenten imitar.
Sin embargo, la verdadera prueba no será la tecnología, sino si el capital institucional está listo para aceptar las apuestas deportivas como una clase de activo importante.
¿Y si lo hacen? Este podría ser el modelo que lleve el algoritmo al acumulador.