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Al analizar los datos para que los legisladores comprendan la demanda sin responder con respecto a las apuestas de deportes en Nebraska, los especialistas en seguridad de geolocalización y prevención de fraude, GeoComply, notaron una actividad de apuestas inusualmente alta en un campo de maíz remoto en Iowa.
No había casinos a la vista, ni bares ni estadios deportivos, solo un modesto maizal azotado por el viento. ¿Qué estaba pasando allí exactamente? ¿Los granjeros intentan compensar la cosecha que está cada vez más desvalorizada? ¿Son extraterrestres apostando a la NFL después de un largo día tallando círculos en los campos?
Lamentablemente, ninguna de estas opciones es cierta, pero la historia real es bastante convincente para el panorama regulatorio actual de las apuestas deportivas en línea en EE. UU, que es bastante desigual.
Desde 2019, Iowa tiene apuestas deportivas en línea legales; sin embargo, en Nebraska el estado vecino, solo se puede apostar en unas pocas casas de apuestas deportivas físicas en todo el estado, lo que lo convierte en uno de los últimos estados en implementar regulaciones para el juego en línea.
Para evitar el problema, los habitantes de Nebraska cruzan la frontera y hacen apuestas desde sus dispositivos móviles en Iowa. Ya es habitual: simplemente estacionan y rápidamente hacen lo suyo en el campo de maíz. Por lo general, los apostadores estacionan en una tienda de comestibles o, al menos, se sientan en un bar o restaurante, pero este lugar poco convencional parece ser tan bueno como cualquier otro.
John Pappas es asesor en jefe de GeoComply y le comentó a Noticias SiGMA lo siguiente: “Literalmente, hay filas de autos estacionados junto al campo. La gente se detiene en el arcén, apaga el coche, activa las luces de emergencia, hace sus apuestas y, luego, da la vuelta rápidamente hacia Nebraska”.
Impulsados por la curiosidad de transformar los puntos observados en el mapa en personas de carne y hueso que buscan entretenimiento, los integrantes de Betting Hero, una empresa líder en activación e investigación en la industria del iGaming y las apuestas deportivas, pusieron manos a la obra y se dirigieron al campo de maíz para hablar en persona con los usuarios detrás de la pantalla. ¿A qué apuestan? ¿Por qué no eligen aplicaciones de apuestas que no están reguladas si pueden acceder desde la comodidad de sus casas? ¿Qué opinan de las leyes actuales que regulan las licencias en Nebraska?
“Me enteré de este lugar porque un amigo que viene aquí me comentó”, dijo un fanático anónimo del deporte. “Primero no le creía, pero luego llegué y vi una fila de coches estacionadas en la primera salida a Iowa”.
Otro cliente eligió el estado vecino para disfrutar de un abanico de opciones: “Las apuestas legales son mucho mejores que las ilegales. Las combinaciones, los parlay del mismo juego… eso no se puede hacer en el exterior, por ejemplo”.
La comodidad también es un atractivo obvio: “He ido a casas de apuestas deportivas físicas, hay que esperar en la fila, te lleva mucho tiempo; tienes que imprimir el billete y también ir allí para cobrar lo ganado. Aquí solo conduces, estacionas, navegas a tu propio ritmo, haces tus apuestas y luego te vas, es mucho mejor”.
La tranquilidad que aportan las apuestas deportivas legales es otra motivación: “He usado sitios web ilegales antes, pero ya no lo hago porque, honestamente, no confío en ellos. Nunca se sabe, ¿verdad? Quiebran o no quieren pagarte, no hay parámetros legales para hacer nada. En los sitios legales, al menos con la documentación puedes reclamar algo, a diferencia de las casas en el exterior, donde no tienes mucha suerte en ese aspecto”.
Betting Hero le preguntó a las personas qué pensaban acerca de que Nebraska legalizara las apuestas deportivas. “Por supuesto. Es decir, estés de acuerdo o no, es una enorme fuente de ingresos para el estado. Omaha, en particular, tiene un gran problema con los impuestos a la propiedad. Así que, si buscas una nueva fuente de ingresos, la tienes junto frente a ti”.
Ernie Ropas, director sénior de Productos e Investigación en Betting Hero, habló con Noticias SiGMA sobre cómo sus datos muestran otras maneras en las que los clientes sortean la desigualdad del panorama legal en EE. UU.
“Una cantidad sorprendente de jugadores sabe exactamente qué estados tienen casas de apuestas deportivas en línea legales y cuáles no; es muy interesante”.
“Hay transportistas que se aseguran que pasan por Iowa, u otro estado donde el juego es legal, específicamente para poder apostar en su viaje. Otras personas que viajan por trabajo reservan vuelos de conexión en estados legales para poder acceder a las casas de apuestas reguladas”.
Si los clientes están dispuestos a llegar a estos extremos para realizar una apuesta con operadores legales, entonces algunos argumentan que legalizar las apuestas deportivas en línea, en general, no solo protegerá a los jugadores, sino que también generará ingresos muy necesarios para los estados no regulados.
“Es una protección al consumidor que pueden brindarles a las personas en su propio estado”, explica Pappas.
“Actualmente, cada estado tiene normas diferentes. Algunos no permiten las apuestas sobre deportes universitarios, otros sí. Algunos imponen un límite de depósito para el uso de tarjetas de crédito, otros no. Por lo tanto, si quieren que la gente de su estado opere bajo sus reglas, deben crearlas. De lo contrario, aunque no lo crean, la gente viajará a otro estado, y esto representa ingresos perdidos”.
En la actualidad, según la página de ayuda de DraftKings, “Puedes iniciar sesión y depositar fondos en tu cuenta, incluso si te encuentras en una jurisdicción no autorizada. También puedes ver las apuestas y promociones realizadas en una jurisdicción no autorizada”. No obstante, dice lo siguiente: “No puedes realizar apuestas mientras te encuentres físicamente en una jurisdicción que no permita las apuestas deportivas”.
Entonces, si todo lo que la gente busca es la capacidad de abrir una cuenta y presionar el botón de “apostar”, no es una sorpresa que busquen formas de hacerlo, y si los visitantes del campo de maíz es un indicio, es probable que esto vaya en aumento.
Los datos también indican, con cifras abrumadoras, que los clientes prefieren los sitios legales, y la reciente legalización en Massachusetts es un ejemplo de lo rápido que se produce este cambio.
“Cuando se legalizaron las apuestas en línea en Massachusetts, los clientes se trasladaron del extranjero al país casi de la noche a la mañana”, explica Ropas. “Es muy rápido; el 57% de los usuarios de casas de apuestas comenzaron a usar sitios legales de inmediato, de los cuales el 73% lo hizo en tan solo un mes”.
Quienes apoyan la legalización de las apuestas deportivas en línea argumentan que tienen importantes ventajas económicas y regulatorias. Uno de los principales beneficios es la generación de ingresos fiscales, que los estados pueden utilizar para financiar servicios públicos. Si bien los críticos afirman que los ingresos son insuficientes en comparación con otras industrias con altos impuestos, como el alcohol y el tabaco, quienes los apoyan argumentan que un impuesto del 20% sobre los 10.000 millones de dólares de ingresos anuales de la industria sigue siendo una contribución significativa.
Otro argumento importante a favor de la legalización es la capacidad de regular la industria, puesto que esto ofrece protección al consumidor. Antes de la legalización, las apuestas deportivas eran, en gran medida, una actividad clandestina, lo que dificultaba el control y la prevención de prácticas fraudulentas. Al incorporarlas a un marco regulado, los estados pueden garantizar un juego limpio, proteger a los consumidores de prácticas abusivas y brindar asistencia a los jugadores con problemas.
Al otro lado del charco, en la reciente junta general anual del Consejo Británico de Apuestas y Juegos de Azar, se insinuó que cuanto mayor es la industria del juego, más confiable es, y que una industria en crecimiento contribuye proporcionalmente a la seguridad del consumidor. Stuart Andrew, secretario de Estado opositor, afirmó que, además de generar un valor económico sustancial, los operadores y gestores de inventario “también contribuyen al bienestar de nuestras comunidades, puesto que garantizan que la industria de las apuestas y los juegos de azar opere de forma responsable y ética”.
Los defensores también argumentan que la ludopatía no es exclusiva en personas que juegan apuestas deportivas; existe en otras formas de juego, como los casinos y las loterías. Por lo tanto, en lugar de prohibir las apuestas deportivas por completo, sugieren centrarse en iniciativas de juego responsable y programas de asistencia específicos para personas en riesgo.
Por otro lado, quienes se oponen a la legalización de las apuestas deportivas en línea argumentan que la práctica ha perjudicado desproporcionadamente a las poblaciones vulnerables. Algunos sugieren que el juego legal conlleva un aumento de las dificultades económicas; un informe muestra que por cada dólar gastado en apuestas deportivas, se reducen los ahorros en dólares en los hogares. Los efectos son particularmente graves para los hogares de bajos ingresos y en situación de precariedad económica, donde aumentan las deudas y las quiebras relacionadas con el juego.
Otro argumento hace referencia a la explotación en la industria; una investigación sugiere que un pequeño porcentaje de jugadores representa la mayor parte de los ingresos por apuestas. Esto implica que la industria se beneficia principalmente de los jugadores que tienen adicciones, y que la carga económica que recae sobre estas personas y sus familias supera cualquier beneficio fiscal que el estado pueda recibir.
Asimismo, los detractores sostienen que la legalización no ha logrado eliminar las apuestas deportivas ilegales. Una encuesta realizada por la Facultad de Salud Pública y Ciencias de la Salud de la Universidad de Massachusetts Amherst indicó que muchos jugadores en Massachusetts siguen utilizando plataformas ilegales; esto debilita uno de los principales argumentos para la legalización el juego. Sin embargo, es importante destacar que los participantes de este informe en particular no se seleccionaron al azar, puesto que se les pagó por participar; esta estrategia puede generar un sesgo en el comportamiento.
Por supuesto que los visitantes del campo de maíz y los desertores de Massachusetts tendrían algo que decir sobre ese último punto, especialmente dado su evidente entusiasmo por las casas de apuestas legales. Además, los partidarios de legalizar las apuestas deportivas en línea creen que gran parte de los datos citados en los estudios mencionados no son concluyentes porque la industria recién se está desarrollando.
No obstante, por este motivo son tan importantes los datos de geolocalización neutrales; los mapas de calor están que arden, y los desertores de Nebraska no son producto de la imaginación de Betting Hero.
En su libro, Roll the Bones: The History of Gambling (Directo al hueso: Historia de los juegos de azar), el historiador David G. Schwartz afirma que el juego podría remontarse al Paleolítico, como lo demuestra el descubrimiento arqueológico de “dados” de astrágalo. Dada la necesidad innata del ser humano de arriesgarse, ya sea por entretenimiento o por una cuestión material, tal vez todos coincidimos en que el juego no desaparecerá en el corto plazo.
Entonces, si el problema no es que la gente participe en juegos de azar, sino protegerla del daño que podrían sufrir, ¿por qué quienes se oponen a la legalización se sienten cómodos con el hecho de que sus ciudadanos apuesten en campos de maíz o a través de una empresa offshore con regulaciones dudosas y sin rendir cuentas? Si tanto les preocupa su bienestar, ¿por qué tentarlos con cuentas financiables y promociones atractivas?
¿Por qué los dejarían mirar con anhelo a sus vecinos jugar con total libertad? Los datos de GeoComply y Betting Hero constituyen un argumento convincente de que los ciudadanos van a seguir sus preferencias, por mucho que intenten atraerlos a los establecimientos físicos. Con las apuestas en línea legalizadas actualmente en 30 de los 51 estados, tal vez sea hora de rendirse y usar ese generoso aumento de impuestos para establecer un proyecto seguro, favorable y entretenido. Es eso, o nos mudamos todos a Iowa.