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El cierre del contrato del Grupo Vinnare S.A.S., que operaba bajo la marca FullReto, ha encendido las alarmas en el sector. Coljuegos, ente regulador de los juegos de azar en Colombia, busca garantizar que los más de 10.000 usuarios afectados reciban los saldos que les corresponden tras la salida de operación de la plataforma.
“Nos tomamos muy en serio la defensa de los derechos de los apostadores. Por eso, hemos exigido al Grupo Vinnare S.A.S. que asegure los recursos necesarios para cumplir con las obligaciones establecidas en su contrato de concesión”, afirmó Marco Emilio Hincapié, presidente de Coljuegos, dejando claro que no se permitirá que los usuarios queden en el aire.
Aunque Coljuegos administra el monopolio de los juegos de suerte y azar, Hincapié enfatizó que son las empresas concesionarias las que tienen la responsabilidad operativa. En este caso, es el operador quien debe responder directamente a las quejas y necesidades de los apostadores, en términos deportivos, los operadores tienen la pelota. Si los apostadores sienten que no reciben respuesta adecuada, siempre pueden acudir a la Superintendencia de Industria y Comercio para presentar su caso.
El pasado 18 de diciembre marcó el fin oficial de FullReto como operador de apuestas en línea. Desde esa fecha, los usuarios han tenido que buscar alternativas entre las otras plataformas autorizadas por Coljuegos. Y es que, además de seguir disfrutando de la emoción de las apuestas, los usuarios que migren a estas plataformas legales estarán contribuyendo con la salud pública del país, ya que una parte de los ingresos se destina a financiar el sistema de salud colombiano.
“Tan pronto esté constituido el encargo fiduciario, daremos instrucciones claras a los apostadores sobre cómo pueden solicitar sus reintegros. Nuestro control sobre este proceso es total, porque proteger los recursos de los jugadores es una prioridad absoluta”, agregó Hincapié.
Una de las claves para resolver esta situación está en la creación de un encargo fiduciario. Según el contrato firmado, el Grupo Vinnare S.A.S. está obligado a establecer este mecanismo para custodiar los fondos de los usuarios que no lograron recibir su dinero antes del cierre de FullReto.
Un encargo fiduciario, instrumento financiero ampliamente utilizado en el ámbito corporativo para garantizar la administración y protección de recursos destinados a un propósito específico. En decir, consiste en que una persona o entidad (el fideicomitente) transfiere activos o fondos a un fiduciario, que puede ser una entidad financiera especializada, para que los administre bajo los términos definidos en un contrato.
En el contexto del caso de FullReto y el Grupo Vinnare S.A.S., este encargo fiduciario tiene como objetivo custodiar los fondos pertenecientes a los apostadores que quedaron pendientes de reembolso tras el cese de operaciones de la plataforma. Esto asegura que los recursos sean utilizados exclusivamente para cumplir con las devoluciones a los usuarios afectados, evitando que se mezclen con otros activos de la empresa o sean destinados a fines distintos.
El encargo fiduciario es entonces una herramienta clave en situaciones de liquidación, insolvencia o terminación de contratos, ya que refuerza la transparencia y la confianza. Al separar y proteger los recursos, este mecanismo reduce riesgos, protege los derechos de los beneficiarios y asegura una administración eficiente, incluso en escenarios complejos.
En casos como este, donde el impacto financiero involucra a miles de usuarios, el encargo fiduciario se convierte en una garantía de que los fondos serán manejados con rigor y apego a las condiciones contractuales, salvaguardando tanto los intereses de los consumidores como la credibilidad del sector.
Para los expertos en la industria, este caso no es solo un recordatorio de la importancia de operar dentro de los marcos legales, sino también una señal de que el regulador está dispuesto a jugar duro para garantizar que nadie se pase de la raya. La protección de los apostadores no es solo un requisito, es una carta fundamental en la baraja del juego responsable.
En un mercado que combina emoción, estrategia y legalidad, la confianza de los usuarios es un activo invaluable. Casos como este demuestran que mantenerla requiere no solo cumplir con las reglas, sino también responder con celeridad y responsabilidad cuando surgen problemas.