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Iniciando el 2025, el Ministerio de Sanidad español, a través del Plan Nacional Sobre Drogas, presentó un nuevo informe centrado en las adicciones comportamentales y otros trastornos relacionados. Uno de los temas principales fue el juego de azar, particularmente en relación con su impacto en los jóvenes. A pesar de la preocupación pública, el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, destacó que los datos reflejan avances positivos y subrayó la importancia de analizar la situación con objetividad, evitando discursos alarmistas.
Según reportes de la prensa local, este informe abre una conversación clave para operadores, proveedores y reguladores en la industria del juego, quienes deben considerar cómo estos hallazgos pueden impactar en la percepción del sector y en la implementación de nuevas estrategias de juego responsable. Mientras que algunos sectores han adoptado una postura crítica hacia la industria, lo cierto es que los mecanismos de control y las políticas de autoexclusión están mostrando resultados positivos en varias regiones de España.
Uno de los ejemplos más significativos de esta evolución es Córdoba. La provincia andaluza ha intensificado su compromiso con la prevención de la ludopatía y la protección de los sectores más vulnerables, con iniciativas impulsadas tanto por entidades gubernamentales como por asociaciones especializadas.
Entre los actores más activos en este frente se encuentra la Asociación Cordobesa de Jugadores en Rehabilitación (ACOJER), que ha enfatizado la importancia de la educación y la información para mitigar los riesgos del juego problemático. La clave, según esta organización, no es solo la prohibición o las restricciones, sino la combinación de prevención, sensibilización y una regulación efectiva.
Los datos refuerzan esta visión. Según el Registro del Control e Interdicciones de Acceso a los Establecimientos de Juego y Apuestas, creado por la Junta de Andalucía en el año 2000, actualmente hay 1.076 personas inscritas en el sistema de autoexclusión en Córdoba. Si bien este número podría parecer elevado, en realidad representa una prueba del funcionamiento de los mecanismos de control y de la voluntad de quienes buscan ayuda para gestionar su relación con el juego.
Fuentes de medios locales indican que el impacto de estas políticas también se refleja en el aumento de inspecciones en locales de juego. La Unidad de Policía Adscrita a la Junta de Andalucía (UPA) ha reportado que en 2024 se llevaron a cabo 190 inspecciones en establecimientos de Córdoba, un salto significativo en comparación con las 29 realizadas en 2023. Este incremento indica un refuerzo en la supervisión y en la aplicación de regulaciones que garantizan un entorno más seguro para los jugadores.
Para los operadores de juego, estas cifras presentan tanto un reto como una oportunidad. Por un lado, existe una presión regulatoria creciente que exige una mayor supervisión y cumplimiento de normativas estrictas. Por otro, los resultados del informe refuerzan el mensaje de que las estrategias de juego responsable y autoexclusión no solo son necesarias, sino que funcionan.
Desde el punto de vista de los proveedores, estos hallazgos pueden acelerar la demanda de herramientas tecnológicas que refuercen la seguridad del jugador. Las soluciones basadas en inteligencia artificial para detectar comportamientos de riesgo, los sistemas avanzados de monitoreo y la integración de herramientas de autoexclusión en plataformas digitales pueden convertirse en diferenciadores clave para empresas que buscan operar con un alto estándar de responsabilidad.
En cuanto a los reguladores, el reto será encontrar el equilibrio entre proteger a los jugadores y permitir que la industria siga creciendo de manera sostenible. La experiencia de Córdoba sugiere que una regulación efectiva no implica necesariamente restricciones excesivas, sino un enfoque basado en la transparencia, el control y la educación.
El informe del Plan Nacional Sobre Drogas marca un punto de inflexión para la industria del juego en España. La tendencia hacia una mayor responsabilidad en el sector es clara, y los datos indican que las estrategias de prevención y control están teniendo un impacto positivo.
Para los actores de la industria B2B, el mensaje es claro: la sostenibilidad del sector dependerá de su capacidad para adaptarse a estas nuevas dinámicas. Las empresas que integren el juego responsable en su ADN inviertan en tecnología para la protección del usuario y colaboren con las autoridades para mejorar la regulación estarán mejor posicionadas para afrontar el futuro del sector.