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En un momento crítico para Colombia, el Gobierno ha implementado nuevas medidas tributarias en respuesta a la conmoción interior declarada en la región del Catatumbo. Estas decisiones, que incluyen la imposición de un impuesto al valor agregado (IVA) sobre los juegos de azar en línea, están generando preocupación en el sector del iGaming. Fecoljuegos, la Federación Colombiana de Empresarios de Juegos de Suerte y Azar, ha alzado la voz para alertar sobre las posibles consecuencias de esta normativa.
La propuesta de gravar con IVA a los juegos en línea ha sido recibida con críticas por parte de Fecoljuegos, que advierte que esta medida podría comprometer el equilibrio económico de los contratos de concesión y poner en riesgo la estabilidad de una industria que ha demostrado ser un pilar fundamental para la economía digital del país. En el tercer trimestre de 2024, los juegos online aportaron más de $231.343 millones de pesos al sistema de salud, además de generar alrededor de 150,000 empleos formales, lo que resalta la importancia de este sector en el contexto actual.
Fecoljuegos enfatiza que la carga fiscal adicional podría afectar gravemente los márgenes operativos de los operadores, quienes ya operan con un margen muy ajustado. “Cerca del 97% de lo apostado se retorna a los jugadores, lo que deja a los operadores con ingresos netos limitados para cubrir los altos costos operativos. Un impuesto adicional podría comprometer la viabilidad de las empresas autorizadas y, por ende, los ingresos destinados al Estado”, señala la federación.
La implementación del IVA podría también incentivar el crecimiento de plataformas ilegales, que no cumplen con las exigencias regulatorias. Fecoljuegos advierte que esto no solo incrementaría el riesgo para los jugadores, sino que también privaría al país de recursos esenciales que hoy aporta la industria legal para financiar programas de salud y desarrollo social. La preocupación radica en que, en un entorno no supervisado, los jugadores se exponen a mayores riesgos y la economía se ve afectada.
Desde la federación, se hace un llamado a que cualquier iniciativa para aumentar la carga tributaria se base en un conocimiento profundo del modelo económico del juego, así como en las condiciones de los contratos de concesión vigentes. “Es fundamental que las estimaciones de recaudo por una nueva medida fiscal se realicen sobre cifras fiables y proyecciones certeras”, destacan.
Fecoljuegos también aboga por la necesidad de preservar el equilibrio económico en los contratos de concesión suscritos entre los operadores y el Estado. Aseguran que cualquier modificación tributaria debe considerar el impacto integral sobre la industria y la economía colombiana en general.
En lugar de aumentar la carga fiscal, Fecoljuegos sugiere que se busquen soluciones que fortalezcan la formalidad y la legalidad en el sector. La industria ha demostrado ser un motor de empleo, innovación y desarrollo económico, y es crucial mantener su estabilidad para garantizar su sostenibilidad a largo plazo. La federación invita a las autoridades a trabajar en conjunto para encontrar medidas que beneficien tanto al Estado como a los operadores y, sobre todo, a los jugadores.
La declaración de conmoción interior en la región del Catatumbo, acompañada de enfrentamientos entre grupos armados, ha llevado al Gobierno Colombiano a adoptar estas medidas tributarias con el fin de recaudar recursos inmediatos. Según la viceministra técnica de Hacienda, Juanita Villaveces, se establecieron tres medidas tributarias que buscan recaudar un total de $1 billón 63 mil millones en un plazo de 90 días.
Dentro de estas medidas, además del IVA a los juegos de azar, se incluye una contribución especial del 1% a las exportaciones del sector de extracción de petróleo y carbón, y un impuesto de timbre del 1% que busca recaudar $330 mil millones. Estas decisiones reflejan la urgencia del Gobierno por abordar la crisis en la región, aunque el costo para el sector de juegos online podría ser significativo.
El futuro del sector de juegos online en Colombia se enfrenta a desafíos considerables. La implementación del IVA en un contexto de conmoción interior puede tener repercusiones no solo en la estabilidad de la industria, sino también en la seguridad de los jugadores y en la economía del país. La colaboración entre el Gobierno y los operadores es crucial para encontrar un equilibrio que permita a la industria seguir contribuyendo de manera significativa a la economía colombiana, sin comprometer su viabilidad y sostenibilidad.