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En el sector del iGaming, la variedad y disponibilidad de juegos son esenciales para la competitividad de los mercados, especialmente en el caso de las tragamonedas online, conocidas como tragaperras en España. El Online Gambling Quarterly Report Q4, publicado por MECN, destaca las marcadas diferencias entre dos de los principales mercados regulados de Europa: España y Suecia. En España, el promedio de slots disponibles es de 1,442, mientras que en Suecia asciende a 3,723, lo que refleja una diferencia significativa debido a diversos factores regulatorios y estructurales que influyen en el desarrollo de ambos mercados.
España es conocida por su enfoque regulador robusto, liderado por la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ), que implementa un sistema de licencias y controles estricto. Su regulación tiene como objetivo principal la protección del consumidor, lo que se traduce en un control exhaustivo sobre los tipos de juegos permitidos y la oferta disponible en el mercado.
La regulación española se caracteriza por un sistema de licencias que distingue claramente entre los diferentes tipos de juegos, desde apuestas deportivas hasta juegos de casino online. A este control, se le suman restricciones publicitarias y operativas, que buscan limitar el alcance de las promociones y garantizar que la oferta se mantenga alineada con los intereses del jugador y no fomente el juego irresponsable. Por ejemplo, el Real Decreto 958/2020 establece limitaciones materiales para el desempeño de la publicidad, restringe la publicidad en televisión y radio a la franja horaria de 1:00 a 5:00 AM y prohíbe los anuncios durante retransmisiones deportivas. Como resultado, el número de slots disponibles en el mercado español es considerablemente menor en comparación con otros países, incluido Suecia.
Además, España ha adoptado una postura conservadora respecto a las innovaciones tecnológicas en el sector, lo que ha impactado directamente en la variedad de slots ofrecidos por los operadores. Las reglas más estrictas también implican un proceso de aprobación más largo para los nuevos juegos, lo que limita la llegada de nuevos juegos al mercado.
En contraste, Suecia ha adoptado una filosofía más liberal en términos de regulación. Aunque la transición desde un monopolio estatal a un sistema de licencias más abierto, iniciada en 2019, ha sido uno de los principales motores de este cambio, es la flexibilidad operativa que se ha dado a los proveedores de contenido lo que ha permitido una oferta mucho más amplia de slots en el mercado sueco.
El sistema de licencias sueco, regulado por la Spelinspektionen, ha abierto el mercado a una mayor competencia entre operadores y desarrolladores de juegos, lo que ha impulsado la innovación y la diversidad en los productos disponibles. Además, la flexibilidad operativa que se ha incrementado desde julio de 2023 ha permitido que los proveedores de tragamonedas adapten sus ofertas a un público más diverso y exigente.
Otro aspecto relevante es la madurez del mercado sueco en el segmento de casinos online. Suecia se ha consolidado como uno de los mercados más avanzados y competitivos de Europa, Svenska Spel comenzó sus operaciones de juego en línea en 2006, cuando lanzó su sala de póker online.
Más allá de las diferencias regulatorias, existen factores estructurales que contribuyen a la variabilidad en la oferta de juegos entre ambos mercados. En primer lugar, la base de operadores en Suecia es considerablemente mayor y está formada por algunas de las compañías más influyentes del sector de iGaming. Estos operadores no solo cuentan con una sólida presencia en el mercado sueco, sino que también tienen la capacidad de influir en las decisiones estratégicas relacionadas con el desarrollo y la distribución de juegos.
Por otro lado, en España, aunque existen actores importantes en el mercado de juegos online, el control centralizado de la regulación limita la capacidad de los operadores para ofrecer una gama tan amplia de productos, ya que la normativa española establece estrictas condiciones de licenciamiento que dificultan la entrada de nuevos desarrolladores al mercado, lo que genera una oferta menos diversa en comparación con Suecia.
El enfoque regulatorio adoptado por cada país también ha jugado un papel clave en la evolución de la oferta de juegos. Como se mencionó anteriormente, mientras que España ha mantenido un enfoque más conservador, priorizando la protección del consumidor y la prevención del juego problemático, Suecia ha favorecido la apertura del mercado a una gama más amplia de juegos, siempre dentro de un marco regulatorio que garantiza la integridad del mercado y la protección de los jugadores.
Mirando hacia el futuro, la tendencia hacia una mayor flexibilidad en la regulación, como se ha visto recientemente en Suecia, podría inspirar cambios en otros mercados europeos, incluida España. Sin embargo, es probable que la prioridad por la protección al consumidor siga siendo el principal motor de la regulación española, lo que podría seguir limitando la expansión de la oferta de tragamonedas.