- Cumbres
- Noticias
- Fundación SiGMA
- Formación y asesoramiento
- Tour de póquer
- Sobre nosotros
La estrella británica del tenis Katie Boulter ha revelado las perturbadoras amenazas de muerte que ha recibido por parte de apostadores descontentos, poniendo de manifiesto una crisis creciente de abuso en línea en el tenis profesional. La número 39 del mundo, de 28 años, compartió mensajes alarmantes enviados durante Roland Garros, incluyendo deseos de que “le dé cáncer” y amenazas que hablaban de “velas y un ataúd” para su familia.
Estas revelaciones coinciden con la publicación del primer informe anual sobre abusos en línea elaborado por la Asociación de Tenis Femenino (WTA) y la Federación Internacional de Tenis (ITF), que concluye que los apostadores son responsables del 40 % de todos los abusos detectados dirigidos a jugadores de tenis.
El informe exhaustivo, que utilizó la inteligencia artificial Threat Matrix para analizar 1,6 millones de publicaciones y comentarios durante 2024, reveló que 458 tenistas fueron objeto de más de 8.000 mensajes abusivos, violentos o amenazantes en redes sociales. Aún más preocupante, cinco jugadores concentraron el 26 % del abuso total identificado, y solo 97 cuentas activas fueron responsables del 23 % de todos los abusos detectados.
“Creo que esto demuestra lo vulnerables que somos”, Boulter le dijo a la BBC. “Realmente no sabes si esa persona está en el torneo, si está cerca, o si sabe dónde vives”.
La número dos del tenis británico explicó que los abusos han estado presentes “desde el principio” de su carrera, pero que han ido en aumento: “reo que ha crecido tanto en cantidad como en gravedad. Ya no hay ningún límite en lo que la gente dice”.
Por desgracia, la experiencia de Boulter no es un caso aislado. El problema se extiende más allá del tenis: la campeona olímpica Gabby Thomas denunció recientemente haber sido acosada verbalmente por un apostador durante el torneo Grand Slam Track en Filadelfia. El hombre admitió haber intentado alterar intencionadamente el rendimiento de Thomas para ganar una apuesta combinada.
En el deporte universitario estadounidense, la situación es tan grave que varios estados han prohibido las apuestas sobre actuaciones individuales de jugadores, en respuesta a la presión ejercida por la NCAA. Tim Buckley, vicepresidente senior de Asuntos Externos de la NCAA, advirtió que “los datos de la NCAA solo estarán disponibles para las casas de apuestas si eliminan las apuestas de riesgo de sus plataformas” y cooperan con las investigaciones.
El informe de la WTA y la ITF indica que se han tomado medidas contra los casos más graves, con 15 cuentas remitidas a las autoridades. Durante 2024, 28 jugadores denunciaron 56 comunicaciones preocupantes, con apostadores airados como responsables del 77 % de los abusos directos (mensajes privados, correos electrónicos, etc.), una proporción aún mayor que en redes sociales abiertas (40 %).
La número tres del mundo y miembro del Consejo de Jugadoras de la WTA, Jessica Pegula, ha exigido acciones más contundentes: “El abuso en línea es inaceptable y ningún jugador debería tener que soportarlo. Aplaudo el trabajo que están haciendo la WTA y la ITF con Threat Matrix para identificar y actuar contra los agresores, cuyo comportamiento está muchas veces vinculado a las apuestas. Pero esto no es suficiente”.
Pegula agregó: “Ha llegado el momento de que la industria de las apuestas y las redes sociales afronten el problema en su raíz y actúen para proteger a todas las personas amenazadas”.
El servicio Threat Matrix, operativo desde enero de 2024, protege actualmente a jugadores y familiares del entorno tenístico contra el odio en línea en las principales plataformas sociales y en más de 40 idiomas. El sistema monitoriza automáticamente los mensajes, evalúa amenazas rápidamente, alerta a las plataformas para eliminar contenido ofensivo y apoya investigaciones policiales.
Mientras Boulter se prepara para Wimbledon, anticipa que los abusos se intensificarán, describiéndolos como “astronómicos” durante su Grand Slam de casa. A pesar de que a veces responde a los mensajes con la esperanza de que los agresores “recapaciten”, la británica sigue preocupada por el impacto en los jugadores más jóvenes, quienes no deberían estar expuestos a este tipo de mensajes.