El póker y sus reinas: estrategas femeninas en acción

Escrito por Caro Vallejo

El póker ha sido históricamente asociado a un dominio masculino, en el pasado las mesas eran dominadas por hombres, en ambientes clandestinos o exclusivos, donde la presencia femenina era vista como una rareza. Sin embargo, en los últimos años, este clásico juego de cartas ha comenzado a abrirse de manera más inclusiva, recibiendo a jugadores de todos los géneros. Cada vez es más común encontrar a mujeres sentadas en las mesas de póker, aportando un conjunto distintivo de habilidades, estrategias y perspectivas que desafían la dinámica tradicional del juego.

Aunque el póker se sigue describiendo como un juego de probabilidades, emociones y decisiones complejas, las mujeres en los torneos de póker están demostrando que tienen una ventaja única. No solo se enfrentan a sus oponentes en el plano estratégico, sino también en el terreno psicológico. Exploremos cómo las mujeres están utilizando sus habilidades únicas de gestión de riesgos y toma de decisiones para jugar su mejor mano.

Más allá del estereotipo: el póker, un juego mental

El póker ha sido históricamente considerado un campo de batalla de hombres, quienes, se supone, poseen las características necesarias para dominar el juego: un pensamiento frío, racional y analítico. Sin embargo, estudios recientes sugieren que las mujeres no solo están a la altura, sino que aportan una forma diferente de abordar el juego, una que está dando resultados sorprendentes.

Es cierto que las características comúnmente asociadas al póker, la toma de riesgos, la racionalidad y el dominio de las probabilidades– no siempre se ajustan a los estereotipos sobre lo que se espera de las mujeres en un entorno competitivo. Algunos estudios sugieren que los hombres tienden a ser más propensos a asumir riesgos, mientras que las mujeres prefieren tomar decisiones más conservadoras. Sin embargo, esto no debe entenderse como una limitación, sino como un estilo diferente de juego que, lejos de restar estrategia, puede enriquecerla.

La gestión del riesgo: talento natural

En el mundo del póker, la capacidad de gestionar los riesgos es una habilidad esencial. Y en este campo, las mujeres parecen tener una ventaja natural. Se ha observado que, en general, las mujeres tienden a ser más cautelosas en sus decisiones financieras y profesionales, lo que podría estar relacionado con una predisposición biológica y cultural hacia la protección y el cuidado. Esta mentalidad puede ser clave en el póker, donde el control emocional y la toma de decisiones calculadas pueden marcar la diferencia entre ganar o perder.

El póker no solo es un juego de probabilidades, sino también de psicología. Las mujeres, al ser más reflexivas y menos impulsivas en su enfoque del riesgo, a menudo se encuentran mejor posicionadas para manejar la presión emocional de una mesa de póker. La capacidad para gestionar el “tilt”, ese estado emocional que puede llevar a decisiones precipitadas es crucial en el juego. En este aspecto, la habilidad de las mujeres para mantener la calma bajo presión podría ser un factor diferenciador en su desempeño.

Empoderamiento y confianza en las mesas

Sin embargo, el camino hacia la igualdad en el póker no ha sido fácil. A pesar de los avances, las mujeres siguen enfrentando desafíos significativos. La discriminación y los comentarios despectivos son una realidad en las mesas de póker. Ivonne Montenegro, jugadora veterana con más de 20 años de experiencia y directora del SiGMA Poker Tour, explica que las mujeres a menudo son víctimas de comentarios despectivos, como “¿Por qué no te vas a la cocina donde perteneces?” o “Eres mejor madre que jugadora”.

Estas actitudes reflejan un entorno hostil que hace que muchas mujeres se sientan en desventaja, no solo por la falta de representación femenina, sino también por la constante atención negativa que generan. “Sentarse a una mesa de póker siendo mujer es un reto. No ves muchas otras mujeres, lo que te inhibe, y además eres el centro de atención de los hombres en la mesa. Esto no solo afecta emocionalmente, sino que puede desestabilizar tu juego”, afirma Montenegro.

A pesar de esto, el juego sigue siendo mental, y las jugadoras deben ser fuertes emocionalmente para evitar caer en el tilt y tomar decisiones impulsivas. Las mujeres que logran superar estas barreras emocionales no solo mejoran su juego, sino que también desarrollan una confianza interna que les permite destacar en un mundo que aún no ha abrazado completamente la equidad de género. De hecho, al enfrentar estos desafíos, las jugadoras desarrollan una resiliencia única que las fortalece tanto dentro como fuera de la mesa.

El Póker: un terreno de igualdad

Si bien la representación femenina en el póker sigue siendo baja, Ivonne Montenegro subraya que, de lograr una mayor inclusión, se verían resultados sorprendentes: “El póker no solo ofrece grandes oportunidades económicas, sino que también permite competir en igualdad de condiciones, sin importar el género. Si las mujeres tuviéramos la representación que merecemos, veríamos a muchas más jugadoras haciendo cosas increíbles en las mesas.”

Sin embargo, Montenegro señala que las campañas de marketing dirigidas a mujeres siguen siendo un problema. “Hace 10 años había más mujeres participando en torneos, pero eso ha cambiado. ¿Por qué? Porque las campañas de marketing están siendo creadas principalmente por hombres, lo que no refleja adecuadamente lo que nos motiva a entrar en este mundo.”

Este distanciamiento entre el marketing y las verdaderas motivaciones de las jugadoras puede ser un obstáculo significativo. Es esencial que las marcas y los organizadores de torneos comprendan las necesidades y deseos específicos de las jugadoras, no solo para atraerlas, sino para asegurarse de que se sientan verdaderamente parte de la comunidad del póker. A medida que más mujeres se suman al póker, iniciativas como Women in Poker (WIP) trabajan para fomentar su participación y visibilidad

El camino hacia un póker más inclusivo

A pesar de los desafíos, el póker sigue siendo un juego de oportunidades. Todos los jugadores, sin importar su género, tienen la posibilidad de destacarse. En una mesa de póker, las cartas no hacen distinción entre hombres y mujeres. El verdadero reto es saber cómo jugar esas cartas de manera estratégica, gestionando los riesgos y utilizando las emociones a tu favor.

El futuro del póker parece estar avanzando hacia una mayor igualdad de género, pero aún hay mucho por hacer para que las mujeres tengan la misma representación que los hombres en las mesas de juego. Esto no solo requiere una mayor inclusión en los torneos, sino también un cambio en la cultura del póker para que todas las voces sean escuchadas y respetadas.

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