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El mundo de las apuestas deportivas está dando mucho de qué hablar, y esta vez, el baloncesto profesional está en el ojo del huracán. Un escándalo ha sacudido la NBA, con el ahora exjugador Jontay Porter en el centro de la polémica. La noticia no solo impacta por las acusaciones de manipulación de apuestas, sino por cómo la información confidencial sobre su estado físico y su tiempo de juego fue utilizada para influir en las apuestas
El exjugador de los Toronto Raptors, Jontay Porter, ha sido suspendido permanentemente de la NBA debido a una investigación que ha destapado un escándalo de apuestas que involucra la divulgación de información confidencial y apuestas ilegales.
Porter, de 25 años, está acusado de violar múltiples regulaciones de la liga, según reportan diversos medios de comunicación. La investigación reveló que, durante su tiempo con los Raptors en 2024, Porter proporcionó información sobre su estado físico y disponibilidad a apostadores, manipulando su participación en los juegos para influir en las apuestas. Además, se descubrió que registró apuestas sobre sus propios partidos.
Uno de los nombres clave que aparece en este escándalo es Shane Hennen, quien fue arrestado el domingo pasado .Aunque no es una figura pública conocida, Hennen ha sido señalado en documentos judiciales como uno de los principales cómplices en el esquema de manipulación de apuestas en el que Porter participó. Según las investigaciones, Hennen estuvo involucrado en la colocación y la gestión de apuestas ilegales, utilizando información confidencial sobre el rendimiento de Porter para influir en los resultados de las apuestas. Hennen enfrenta graves cargos de fraude electrónico y lavado de dinero, según los documentos judiciales. La conexión de Hennen con el caso se profundizó cuando los cómplices de Porter le enviaron los boletos de apuestas.
Según el expediente judicial, Porter intercambió mensajes con sus cómplices antes de varios partidos, como el del 22 de enero de 2024 contra los Memphis Grizzlies, donde les dio detalles sobre su condición física y el tiempo de juego. En un mensaje, incluso informó sobre su “ojo herido” y sugirió que no jugaría mucho más en la segunda mitad.
Un par de días después, el 26 de enero, antes de un partido contra los LA Clippers, Porter habría planeado fingir una lesión para salir temprano del partido y seguir manipulando las apuestas.
Entre las apuestas involucradas, se encontraron grandes apuestas por el rendimiento de Porter, incluyendo una apuesta parlay de $29,382 sobre sus puntos y rebotes, y una apuesta de $3,700 sobre el menos de sus rebotes. Los cómplices de Porter, al parecer, ganaron una cantidad significativa con estas apuestas, lo que llevó a Hennen a pedir que se transferirán los fondos a su cuenta.
Mientras tanto, el futuro de Porter en el baloncesto parece sellado, con una sanción que podría cambiar el rumbo de su carrera de manera irreversible. Lo que podría haber sido un futuro brillante en la NBA se desvaneció en cuestión de meses. La sentencia final, que se espera para mayo de 2025, podría significar una pena de prisión de hasta 51 meses, lo que pone en perspectiva las graves consecuencias de estas acciones.
La manipulación de apuestas pone en riesgo la integridad del deporte y afecta directamente a jugadores, ligas y apostadores. La confianza en las competiciones deportivas depende de un entorno de transparencia y honestidad, donde todas las partes involucradas actúan de manera ética. Incidentes como este subrayan la necesidad urgente de fortalecer las regulaciones y mecanismos de supervisión para preservar la equidad en las apuestas y proteger la reputación del deporte.