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Apuestas en baloncesto en Hong Kong: el 94 % apoya la legalización y el gobierno propone un impuesto del 50 % sobre las ganancias netas
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El gobierno de Hong Kong avanza con sus planes para legalizar las apuestas en baloncesto, tras el amplio apoyo público a la propuesta. Una reciente consulta pública realizada por la Oficina de Asuntos del Interior y la Juventud reveló que el 94 % de los 1063 encuestados se mostró a favor de la iniciativa. Los resultados se han presentado al Consejo Legislativo de Hong Kong para su posterior debate.
La propuesta, que busca modificar la ordenanza sobre impuestos a las apuestas, incluye disposiciones para autorizar las apuestas en baloncesto regularizadas con un marco de leyes. El gobierno planea otorgar una licencia de apuestas a un solo operador, probablemente el Jockey Club de Hong Kong, e imponer un impuesto del 50 % sobre las ganancias netas de las apuestas, definidas como el importe total apostado menos los pagos. Esto refleja el modelo vigente para las apuestas de fútbol en la región administrativa especial (RAE) de China.
El domingo, la secretaria de la Oficina de Asuntos Domésticos y de la Juventud, Alice Mak, reconoció la demanda de un mercado de apuestas regulado y afirmó que un marco legal probablemente reduciría la actividad de juego no regulada y los delitos asociados: “Podemos considerarlo como el último recurso cuando el problema del juego ilegal es tan grave que necesitamos canalizarlo hacia un régimen de juego regulado”, declaró Mak a los medios locales.
Las medidas regulatorias tienen como objetivo limitar las consecuencias negativas del juego
Con la implementación de un marco regulatorio, el gobierno de Hong Kong remarca la importancia del juego responsable. Medios locales informaron que las condiciones propuestas para la licencia incluyen restricciones, como la prohibición de apuestas en partidos que involucren a equipos de Hong Kong o en partidos celebrados en el territorio. Los operadores también tendrán prohibido aceptar apuestas de menores de edad y ofrecer apuestas con tarjeta de crédito.
Mak dijo que la iniciativa no tiene como objetivo aumentar el ingreso fiscal, sino proporcionar una alternativa para controlar las apuestas ilegales.
Nuevo centro de asistencia y más recursos para asesorar sobre el juego
En previsión de una mayor demanda de servicios de apoyo, el gobierno planea establecer un quinto centro de asesoramiento sobre el juego centrado en los jóvenes. Este se financiará, en parte, mediante el aumento de las contribuciones del Jockey Club de Hong Kong al Fondo Ping Wo, que financia servicios públicos de educación y tratamiento para el problema del juego.
El nuevo centro está diseñado para ofrecer servicios de asesoramiento y educación específicamente adaptados a los grupos demográficos más jóvenes. Según datos recientes, la proporción de jugadores de entre 18 y 21 años se mantiene por debajo del 2 %, pero el gobierno afirmó que su objetivo es mantenerse a la vanguardia de las tendencias emergentes.
La estrategia más amplia incluye la revisión de los servicios existentes para garantizar que sigan siendo pertinentes y eficaces, en particular para los jóvenes que pueden ser más vulnerables a los riesgos asociados con el juego.
Próximos pasos en la legislatura y proyectos comunitarios más extensos
Está previsto que el gobierno presente las conclusiones de la consulta al Comité de Asuntos Internos, Cultura y Deportes del Consejo Legislativo. Se prevén nuevos trámites legislativos en las próximas semanas, mientras la ciudad se prepara para formalizar el marco de apuestas.
Por otra parte, el gobierno planea ampliar su iniciativa de equipos de atención comunitaria. Actualmente compuesto por 452 equipos, el programa ofrece una gama de servicios a los residentes, desde reparaciones en el hogar hasta actividades a nivel de distrito. Se prevé que la financiación para el próximo mandato aumente un 50 %, con un presupuesto total de 678 millones de dólares de Hong Kong (86,4 millones de dólares estadounidenses). Los funcionarios gubernamentales afirman que este modelo ofrece una alternativa más rentable que el despliegue de funcionarios públicos para tareas similares.
