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En junio de 2025, Finlandia dará un paso decisivo hacia la liberalización del sector del en línea. El Parlamento Finlandés está revisando una nueva ley que pondrá fin a casi un siglo de monopolio estatal ejercido por Veikkaus. Esta reforma permitirá que operadores privados obtengan licencias para ofrecer apuestas deportivas, juegos de casino y otros juegos en línea a partir de enero de 2027. La medida busca controlar mejor el mercado digital y proteger a los usuarios mediante herramientas obligatorias de juego responsable.
El monopolio de Veikkaus ha dominado el mercado finlandés desde hace décadas, cubriendo loterías, apuestas deportivas, juegos de casino y máquinas tragamonedas. Sin embargo, en 2021 se estimó que los usuarios finlandeses gastaron entre 520 y 590 millones de euros anuales en plataformas offshore, es decir, fuera del control estatal. Esto representa cerca del 50% del total del juego en línea, lo que implica una pérdida considerable en ingresos fiscales y supervisión.
La nueva legislación introduce un sistema de licencias para operadores que deseen ofrecer servicios de juego en línea. Estas licencias cubrirán apuestas deportivas, carreras de caballos, juegos de casino en línea, e-bingo y tragamonedas digitales. Veikkaus mantendrá el monopolio sobre loterías, raspaditas, casinos físicos y máquinas tragamonedas terrestres. El proceso para solicitar licencias comenzará en enero de 2026, con la apertura oficial del mercado regulado en enero de 2027.
El texto legal establece varias medidas para promover el juego responsable. Entre ellas destacan:
Estas herramientas buscan mitigar los riesgos asociados al juego y garantizar que la oferta regulada sea segura y transparente para los usuarios.
Para supervisar el nuevo mercado de juego en línea, se creará una Autoridad de Licencias de Juego bajo el Ministerio de Finanzas. Esta entidad reemplazará a la Policía Nacional en funciones de control, auditoría y sanciones. Además, gestionará la concesión de licencias y vigilará el cumplimiento de las normas, asegurando que los operadores cumplan con los requisitos de juego responsable.
En cuanto a la fiscalidad, los operadores licenciados deberán pagar un impuesto del 22% sobre los ingresos brutos del juego (GGR), además de tasas anuales que oscilarán entre 4.000 y 400.000 euros, según el tamaño y alcance de la operación. Este régimen fiscal busca equilibrar la recaudación pública con la viabilidad económica del sector.
El proceso de liberalización no está exento de controversias. El Comité de Asuntos Sociales y Salud del Parlamento finlandés ha expresado inquietudes sobre el posible aumento de daños sociales, especialmente entre grupos vulnerables. Por ello, ha recomendado reforzar las medidas de protección, incluyendo:
Además, existen preocupaciones sobre la complejidad que puede generar la nueva regulación fiscal, que considera cada ronda de juego como ingreso separado. Esto podría complicar la gestión tanto para los usuarios como para las autoridades, aumentando el riesgo de problemas en la implementación.
El lanzamiento de una nueva autoridad reguladora también implica desafíos burocráticos y administrativos que deberán ser gestionados con cuidado para evitar retrasos o confusión en el mercado.
Si el Parlamento aprueba la ley durante la sesión de primavera de 2025, el calendario contempla que las solicitudes de licencias se abran a partir de enero de 2026. La entrada en vigor del mercado regulado con competencia entre operadores privados ocurrirá en enero de 2027. Veikkaus conservará su monopolio hasta finales de 2026, momento en que comenzará la transición.
Posteriormente, en 2027, se podrán solicitar licencias para software de juego, con la obligación de que solo los operadores autorizados puedan ofrecer dicho software a partir de 2028. Este enfoque escalonado pretende facilitar una transición ordenada y evitar disrupciones en el mercado.
La reforma también se inspira en experiencias recientes de países nórdicos como Dinamarca y Suecia, que han adoptado modelos similares de licencias con énfasis en la responsabilidad y el control digital. Finlandia podría hacer uso de su avanzado sistema de identificación digital para verificar a los usuarios y supervisar su comportamiento, lo que facilitará la aplicación efectiva de las nuevas normas.