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Apenas una semana después de pedir a la Junta de Control de Apuestas y Licencias (BCLB) de Kenia que revisara su prohibición total de los anuncios de juegos de azar y el patrocinio de celebridades, los principales creadores de contenido del país finalmente lograron conversaciones cara a cara con el ente regulador.
El congelamiento generalizado de la publicidad, anunciado a principios de este año, detuvo todas las campañas dirigidas por influencers para las casas de apuestas y desató un acalorado debate en la creciente economía creativa de Kenia. Músicos, comediantes y personalidades de las redes sociales argumentaron que la normativa general amenazaba sus medios de vida. Al mismo tiempo, los defensores de la salud pública insistieron en que el marketing descontrolado estaba impulsando un aumento de la ludopatía entre los jóvenes.
Ante la creciente presión, la BCLB convocó una reunión sin precedentes en sus oficinas de Nairobi, reuniendo a un sector representativo de creadores y representantes de la industria. La presidenta, la Dra. Jane Makau, el director ejecutivo, Peter Mbugi, y altos funcionarios de la junta directiva dedicaron varias horas a escuchar las preocupaciones y a exponer la postura del regulador. Los asistentes describieron el ambiente como franco pero constructivo, y ambas partes coincidieron en que la colaboración, y no la confrontación, ofrece la mejor vía para proteger al público y, al mismo tiempo, preservar las oportunidades económicas legítimas para los artistas y emprendedores digitales.
El Dr. Makau inauguró el foro con un claro mensaje de inclusión: “Hoy hemos tenido una interacción muy fructífera con personas influyentes y desarrolladores de contenido. El gobierno está abierto a la razón y a recibir las opiniones de las partes interesadas”.
Subrayó el delicado equilibrio que afrontan los responsables políticos: promover la innovación y la creación de empleo sin exponer a los ciudadanos vulnerables a daños.
“Reconocemos que el juego puede ser adictivo y debe controlarse. Nuestro objetivo es regularlo responsablemente, garantizando la protección de los grupos vulnerables y permitiendo a los jóvenes encontrar oportunidades de subsistencia”.
Sus comentarios marcaron un cambio respecto de comunicaciones anteriores que algunos influyentes habían criticado por ser torpes y unilaterales.
Peter Mbugi reforzó el tema de asociación del presidente, enfatizando que los creadores tienen una enorme influencia sobre el comportamiento de la audiencia y, por lo tanto, tienen el deber de defender un juego más seguro.
“Estamos aquí para promover el juego responsable. El juego es adictivo y un bien desfavorable, por lo que nuestra responsabilidad colectiva es guiar al público adecuadamente —explicó—. Los influencers nos han asegurado que cumplirán con las pautas para garantizar que su contenido promueva hábitos de juego responsable”.
Los observadores de la industria consideran que la voluntad de BCLB de interactuar con las partes interesadas tan pronto después de la prohibición es una señal alentadora de que la política puede evolucionar hacia un código más matizado en lugar de una prohibición total.
Los influencers presentes en la sesión reconocieron su papel en la formación de la actitud pública. El popular comediante Oga Obinna, con más de un millón de suscriptores en sus canales de YouTube, fue el primero en tomar el micrófono.
““Como influencers, tenemos la responsabilidad de guiar a la sociedad, especialmente a los jóvenes, lejos del juego imprudente”.
El mismo sentimiento compartió el artista Kevin Kioko, más conocido por sus fans como Bahati.
“Reconocemos que algunos de nosotros pudimos habernos excedido en el pasado y nos disculpamos por ello. Nos comprometemos a seguir las pautas emitidas por la BCLB y el gobierno —comentó Kioko—. Agradecemos la oportunidad de dialogar y nos comprometemos a promover prácticas de apuestas responsables en el futuro”.
Sus declaraciones recibieron el visto bueno de los reguladores, que desde hace tiempo sostienen que el respaldo sin control de celebridades normaliza las apuestas entre los adolescentes.
Una vez roto el hielo, los participantes intercambiaron ideas preliminares para un marco publicitario renovado. Las propuestas sobre la mesa incluyen etiquetas obligatorias de juego responsable en todo el contenido promocional, restricciones horarias para mantener los anuncios de apuestas fuera del alcance de menores y un límite en la frecuencia de las campañas dirigidas por influencers. Los creadores instaron a la BCLB a considerar programas de certificación que permitan a las personalidades aprobadas continuar con las colaboraciones con marcas bajo estrictas normas, recompensando así el cumplimiento y penalizando a los promotores deshonestos. Los reguladores, por su parte, se comprometieron a revisar las mejores prácticas globales de jurisdicciones como el Reino Unido y Australia para elaborar normas que reflejen la realidad keniana.
La Junta de Control y Licencias ya ha programado una reunión de seguimiento para la próxima semana para perfeccionar el borrador de las pautas y definir los plazos de implementación. El equipo del Dr. Makau distribuirá un documento de debate con antelación para garantizar que todas las partes lleguen preparadas. Mientras tanto, los influencers planean consultar con abogados, gerentes de marca y expertos en salud mental para desarrollar un código de conducta que puedan presentar a la autoridad reguladora.
“Nuestro enfoque sigue siendo proteger a nuestra población promoviendo la concienciación sobre el juego responsable. Reconocemos la importante contribución económica y laboral de la industria de las apuestas, pero estas deben equilibrarse con la responsabilidad social”, dijo Peter Mbugi para finalizar.
El sector creativo de Kenia espera ahora ver si el diálogo puede traducirse en normas pragmáticas que protejan al público joven sin sofocar una industria que se ha convertido en un pilar del marketing moderno. Las próximas semanas revelarán si esta inusual muestra de unidad entre el gobierno y los influencers puede generar un modelo sostenible para la promoción responsable de las apuestas, un modelo que pueda servir de modelo para otros mercados emergentes que se enfrentan al mismo reto.