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Los impuestos en la industria del juego estadounidense han sido un tema complejo desde hace tiempo; sin embargo, para los operadores del iGaming, la situación se está volviendo cada vez más compleja. A medida que más estados legalizan el juego en línea, los operadores se enfrentan a un nuevo conjunto de normas tributarias, obstáculos de cumplimiento y estándares de presentación de informes que deben comprender. Ya no existe un modelo único para las leyes tributarias, sino que cada estado exige su propio manual de estrategias.
Los juegos de azar en línea están creciendo rápidamente y las leyes fiscales no se detienen. Los operadores deben mantenerse al día con los cambios constantes o lo notarán en sus resultados. Con las regulaciones fiscales cambiando estado por estado, los operadores se ven obligados a adaptarse a un reglamento inconsistente. Algunos estados endurecen las reglas, mientras que otros ofrecen más margen de maniobra.
Las leyes fiscales del iGaming no se detendrán en 2025: ¿Qué se viene? ¿Cuáles son las nuevas políticas que afectarán más a los operadores? ¿Cómo pueden cumplir con la normativa sin tropezar con obstáculos regulatorios?
En esta serie exclusiva de tres partes de SiGMA News, compartimos la opinión experta de Robert Stoddard, socio de impuestos principal de KPMG en EE. UU. para la industria del juego, a fin de que los operadores tengan una visión clara sobre cómo cumplir las leyes, adaptarse al cambio impulsado por las criptomonedas y expandirse de manera inteligente a través de las fronteras en un panorama fiscal cada vez más impredecible.
A diferencia de Europa, donde los impuestos al juego siguen una estructura relativamente centralizada, Estados Unidos tiene reglamentaciones para cada estado, es decir, no hay un manual para todos. Un estado puede imponer impuestos altos; otro, aplica tasas, y todos esperan informes diferentes sobre sus ingresos.
Es un equilibrio constante para los operadores. Se ven obligados a hacer malabarismos con cambios tributarios, normas estatales contradictorias y controles de cumplimiento que nunca se mantienen invariables. Una empresa con licencia en Nueva Jersey se rige por un reglamento fiscal completamente diferente al de una en Pensilvania o Michigan. Dos estados pueden compartir frontera, pero no un reglamento.
Si planificas mal, no solo estarás fuera de lugar, sino que te enfrentarás a multas, demoras y una seria reducción en tus resultados.
El cumplimiento en varios estados presenta algunos de los desafíos más importantes para los operadores de iGaming. Una licencia abre las puertas, pero la verdadera complejidad comienza con la entrada en vigor de las normas fiscales. Cada estado introduce nuevas normas fiscales y normativas de presentación de informes, lo que obliga a los operadores a adaptar continuamente su enfoque.
Aquí es cuando los operadores empiezan a sentir la tensión:
Incluso marcas consolidadas se han enfrentado a escrutinio legal por malinterpretar las leyes fiscales estatales. Los operadores corren el riesgo de incurrir en fuertes sanciones o verse obligados a realizar costosos pagos de impuestos retroactivos sin una estructura fiscal adecuada.
Se espera que varios avances importantes en la tributación del juego en Estados Unidos den forma a la industria en los próximos años:
Los operadores que no prestan atención corren el riesgo de quedarse atrás rápidamente. Cumplir con las normas significa actuar con rapidez cuando cambian las reglas.
Conocer las reglas no es suficiente. Los operadores necesitan una estrategia adecuada para mantenerse un paso adelante. El equipo global de juegos de KPMG ha desarrollado estrategias fiscales personalizadas para ayudar a los operadores de iGaming a gestionar eficazmente el cumplimiento en múltiples estados.
Un plan fiscal inteligente no solo evita problemas a los operadores de iGaming. También puede proteger sus márgenes y ayudarlos a mantenerse competitivos, incluso con las constantes modificaciones de las normas fiscales estadounidenses. América Latina también se enfrenta a cuestiones similares, como se observa en los continuos desafíos políticos y tributarios que enfrenta la región en el ámbito del juego en línea.
En EE. UU., las leyes fiscales sobre los juegos de azar online no se mantienen invariables por mucho tiempo. Con las nuevas normas de juego y los cambios en las tasas impositivas, los operadores deben mantenerse a la vanguardia o pagar las consecuencias.
¿Qué es lo más importante? Mantenerse informado, apoyarse en los expertos adecuados y tener su estrategia fiscal preparada para adaptarse a las nuevas normas. Anticiparse a las normas fiscales multiestatales, los inminentes aumentos de tasas y el escrutinio federal no es fácil, pero una estrategia adecuada puede evitar el éxito y los costosos problemas legales.
Una cosa es segura. Quedarse parado no es una opción cuando se trata de impuestos al iGaming en EE. UU.
Y ahora, ¿qué sigue? En la segunda parte, Robert Stoddard se adentra en el dilema de las criptomonedas: los activos digitales se enfrentan a códigos tributarios obsoletos y dejan a los operadores con la duda.
*Robert es socio del área de Servicios Fiscales Empresariales de KPMG en Stamford y cuenta con 23 años de experiencia en planificación fiscal, cumplimiento tributario y provisiones de impuestos sobre la renta. Ha prestado servicios a clientes nacionales y multinacionales en una amplia variedad de industrias, y actualmente es el socio fiscal principal de la práctica de Juegos de KPMG en Estados Unidos.