- Cumbres
- Noticias
- Fundación SiGMA
- Formación y asesoramiento
- Tour de póquer
- Sobre nosotros
Según los medios de comunicación rumanos, la designación de Vlad-Cristian Soare como presidente de la Oficina Nacional del Juego de Rumanía (ONJN) coincide con las demoras en las reformas a la ley del juego en Rumanía. La espera se produce mientras el nuevo equipo se centra en restablecer la estabilidad interna luego de un período de graves fallas regulatorias y un mayor control político.
Soare reemplaza a Gheorghe Gabriel Gheorghe, quien renunció antes de las elecciones presidenciales de mayo, las cuales ganó el candidato independiente Nicușor Dan. La victoria de Dan marcó un cambio de tono político, con la promesa de una agenda “honesta para Rumanía”, mientras el sector del juego sigue en constante cambio. El Senado pospuso oficialmente el debate sobre dos proyectos de ley de la Unión Salvar Rumanía sobre el juego, ambos centrados en una mayor supervisión y la prevención de los riesgos asociados al juego. Estas propuestas no surgieron de forma aislada: la presión pública y la creciente preocupación las impulsaron. El apoyo a las reformas del juego en Rumanía está creciendo, pero aún faltan medidas decisivas.
Según los medios de comunicación rumanos, la auditoría del Tribunal de Cuentas de Rumanía reveló que las deficiencias en la aplicación de la normativa por parte de la ONJN entre 2019 y 2023 resultaron en pérdidas fiscales por juego en Rumanía de casi 1000 millones de euros. Estas pérdidas se debieron a sistemas informáticos obsoletos, tasas de retorno al jugador (RTP) no declaradas y una supervisión deficiente de las licencias y los pagos. Los medios también destacaron la incapacidad de la ONJN para adaptar sus procesos de supervisión tras las reformas fiscales de 2019, que introdujeron un impuesto mensual del 2% a los operadores de juegos de azar en línea basado en las cuotas totales de participación.
La ley demorada incluye lo siguiente:
Sin un marco coordinado que apoye las reformas del juego en Rumanía, estas herramientas legislativas corren el riesgo de volverse simbólicas en lugar de estructurales. Los promotores del proyecto de ley de la Unión para Salvar Rumanía también han solicitado que el control regulatorio temporal se traslade de la ONJN al Ministerio de Finanzas y la ANAF, argumentando que la ONJN carece de la credibilidad y la capacidad técnica para supervisar una reforma significativa.
A pesar de la creciente presión, el Comité Jurídico del Senado extendió el período de revisión por 15 días, alegando incertidumbre legal en torno a las revocaciones de autoexclusión y la implementación de límites de gasto basados en los ingresos. La prórroga fue solicitada formalmente por cuatro miembros del comité: la senadora Siminica Mirea, el senador Radu Mihail, el senador Robert Cazanciuc y la senadora Laura Iuliana Scântei.
Los críticos han expresado su preocupación por cuestiones técnicas y éticas en la aplicación del límite del 10 por ciento en el gasto de juego, incluido el intercambio de datos entre instituciones financieras y operadores, preocupaciones con respecto al cumplimiento del (Reglamento General de Protección de Datos) RGPD y la fiabilidad de los informes de ingresos.
La ONJN, bajo la dirección de Vlad-Cristian Soare, ahora está dando prioridad al profesionalismo y al restablecimiento institucional. Sun dijo: “Mi color político es la decencia. Lo que nos une es el trabajo honesto, el profesionalismo y el equilibrio”.
El nombramiento de Soare busca modernizar la regulación del juego a nivel nacional, pero su falta de experiencia en la gestión de la ONJN añade presión. Aun así, la cooperación declarada de la ONJN con la ANAF y los planes para nuevos grupos de trabajo apuntan a un futuro más colaborativo. Soare se comprometió a modernizar los sistemas internos de la ONJN, desde la contratación de personal hasta la adquisición de tecnología y servicios. En una entrevista reciente exclusiva con SiGMA se analiza el cambiante clima de contratación en la industria del iGaming.
Rumanía está estancada por ahora. Las autoridades ordenaron a los operadores que sigan las normas vigentes mientras esperan nuevas instrucciones. Los equipos de impuestos, marketing y comunicación con los jugadores se esfuerzan por mantenerse al día.
Líderes de la USR (Unión Salvar Rumanía), grupos de la sociedad civil y especialistas en adicciones advierten que las demoras ponen en riesgo a los jugadores vulnerables e impulsan el crecimiento de los mercados ilegales de juego en Rumanía. Argumentan que la ONJN debe actuar con rapidez para corregir las deficiencias en la exclusión, la concesión de licencias y la supervisión digital. Sin una reforma efectiva, existe el riesgo de que los jugadores migren a plataformas del mercado negro, que ofrecen menos protección y ninguna rendición de cuentas regulatoria.
El presidente del comité, Ion Rujan, defendió la demora: “Estamos ante dos manifestaciones de voluntad: el acto de autoexclusión y su posible retractación. Esto plantea serias cuestiones jurídicas”.
Los operadores esperan claridad. Algunos apoyan una mayor regulación, pero desean una guía técnica más explícita y plazos de implementación realistas. Otros temen que las reformas apresuradas puedan ser contraproducentes si la aplicación de la ley carece de las herramientas, la coordinación y la aceptación de las partes interesadas necesarias. Mientras continúa la pugna política, las reformas de la ley del juego en Rumanía siguen siendo una promesa sin cumplir.
Los grupos de activistas no se quedaron callados: exigen controles publicitarios más estrictos, comprobaciones de edad y sistemas de asistencia que realmente brinden ayuda. El debate sobre el juego responsable ya no es solo palabrería política, sino que está creciendo y, ahora, es un tema urgente; es más agudo, llegó a su límite y se enfrenta al ruido blanco y las excusas que antes se hacían pasar por políticas.
Las reformas siguen congeladas y el tiempo corre. Con el debate en el Senado programado para el 10 de junio, todas las miradas están puestas en lo que sucederá a continuación. Legisladores, operadores y grupos de defensa están muy atentos. Hablar de reformas es una cosa. Pero el progreso es imposible si el terreno sigue cambiando. Las reformas del juego en Rumanía están estancadas, atrapadas entre la inestabilidad política y la escasa supervisión. Lo que suceda a continuación no solo definirá el futuro de la ONJN. Podría reajustar la responsabilidad y reestructurar la regulación a nivel nacional.
Aún hay tiempo para que la reforma tenga éxito, pero requerirá más que legislación. Exigirá transparencia, inversión tecnológica y la creación de confianza de un regulador que, durante años, no ha cumplido las expectativas. Por ahora, las reformas esperan. En un mercado donde los retrasos ya han costado miles de millones y donde la credibilidad está en juego, el público rumano espera.
Como Estado miembro de la UE, las partes interesadas de Europa también siguen de cerca las demoras en el marco regulatorio de Rumanía, debido a inquietudes por el cumplimiento entre países y la armonización del mercado.