Fundación SiGMA: un verdadero impacto positivo para la industria

Escrito por Katy Micallef
Traducido por : Milagros Codo

Lo que comenzó como una misión para construir escuelas en Etiopía se convirtió en un movimiento global que transforma vidas en cuatro continentes. En el centro de este gran proyecto se encuentra Keith Marshall, director de filantropía de la Fundación SiGMA, quien dio un conmovedor discurso durante el BiS SiGMA Américas en el que repasó la trayectoria de la organización, desde sus humildes inicios hasta su ambiciosa presencia mundial.

“Durante 15 años, construimos una escuela por año en Etiopía ―dijo Marshall―. Si bien fueron muy importantes, nos dimos cuenta de que podíamos hacer más”. Cuando se dieron cuenta de esto, fue como un catalizador para abrir un nuevo capítulo y Eman Pulis, fundador del Grupo SiGMA, propuso la creación de la Fundación SiGMA, cuyo objetivo era ir más alá de la academia tradicional y adaptarse a las necesidades de las diversas comunidades.

Solo en el último año, la Fundación comenzó proyectos en Etiopía, Filipinas, Colombia, Guatemala, Brasil y Perú. En Colombia, un equipo de 28 voluntarios ayudó a financiar 60 cirugías para niños con labio leporino y paladar hendido, una atención de alta complejidad a la cual en muchas zonas rurales no pueden acceder por cuestiones económicas. Esta semana, en Guatemala, la Fundación inauguró un quirófano de oftalmología. En Brasil, se lanzó un nuevo programa de empoderamiento juvenil para las favelas, que combina deportes de combate con educación y desarrollo de aptitudes para la vida, como la administración de dinero y conocimientos sobre redes sociales. Este proyecto se diseñó en conjunto con Centurion FC y se inauguró ayer.

En una entrevista con SiGMA durante la inauguración, comentó lo siguiente: “Lograr esto con tanta cercanía y en tan poco tiempo fue excepcional. Desde el primer día supimos que no podíamos recurrir al sistema educativo tradicional para estos jóvenes porque no funcionaría. Así que optamos por los deportes de combate y lo combinamos con programas de formación para lograr el mejor resultado posible”.

“Hemos participado en muchos proyectos importantes en todo el mundo, pero comparar lo que vi hace seis semanas con esto es alucinante. Roberto Gallo y su equipo merecen un reconocimiento y un agradecimiento inmensos”.

¿Cómo deciden los proyectos? A menudo, depende de la pasión de los coordinadores locales, explica Marshall. “Roberto Gallo vive y respira esta misión, la lleva en la sangre. Tiene mucha pasión y la transmite. La confianza y la credibilidad lo son todo; en este trabajo, no es una opción perder prestigio con a los donantes”.

“Lo que hacemos ahora no es simplemente un acto de beneficencia ―señaló Marshall―, se trata de fortalecer, de empoderar: se trata de estrategia. Y también de llegar a las personas a donde están”.

El crecimiento de la Fundación es exponencial. Antes se hacían proyectos cada dos años y, ahora, hay ocho planificados para finales de 2025. Detrás de este impulso se encuentra una red global de más de 500 voluntarios, todos unidos por la convicción de trabajar por los demás, de tener resiliencia y de ayudar a la comunidad. La próxima parada es Perú; allí, se inaugurará un anexo a un hospital de la Amazonia.

Una industria del juego segura y responsable

Eman Pulis, fundador del grupo, también mencionó el estigma que a veces se asocia con la industria del juego, y señaló cómo algunas organizaciones benéficas rechazaban las donaciones de las empresas de juegos. 

“Si bien es una desventaja, veo una enorme oportunidad”.

Acerca de cómo la empresa busca aprovechar su posición privilegiada como plataforma para la comunidad de juegos de azar para crear una industria de juegos segura y responsable, explicó que SiGMA “no es una empresa de juegos de azar, sino una empresa de eventos que intenta promover el juego regulado y responsable”.. 

“Con esta plataforma (la Fundación SiGMA), creo que existe la oportunidad de realmente elevar el nivel para acercar la filantropía a todas estas empresas de juegos y reforzar el sentido de responsabilidad social y corporativa.

“Miren a su alrededor. Esta industria recauda mucho dinero, ¿por qué no destinaríamos una parte para marcar un verdadero cambio en la sociedad?”

Marshall dio un mensaje franco e inspirador, pero también muy claro: un cambio significativo no requiere de esfuerzos sobrehumanos, solo se necesita la voluntad de actuar.