Mark Cuban vende su participación mayoritaria en los Dallas Mavericks de la NBA a la familia Adelson de Las Vegas.
La operación, con un valor estimado de 3,5 mil millones de dólares, transmite el control mayoritario a la familia Adelson a finales de año.
Según muchas fuentes, Cuban mantendrá una participación parcial en la franquicia, así como el importante papel de dirigir las operaciones baloncestísticas, una vez concluido el acuerdo.
Cuban es conocido por ser un defensor de legalizar el juego en Texas, con la esperanza de llevar el casino resort al estado.
Un modelo de negocio del que fue pionera la familia Adelson, sobre todo el difunto Sheldon Adelson, antiguo consejero delegado de Sands Las Vegas.
Hasta ahora, el estado se había mantenido firme en que no se legalizarían las apuestas deportivas ni el juego. Aun así, los expertos del sector sugieren que el último movimiento de Cuban podría ser la gota que colme el vaso.
Alan Feldman, miembro distinguido del Instituto Internacional del Juego de la Universidad de Las Vegas, dijo lo siguiente al respecto:
“Está saliendo mucho dinero del estado. En algún momento, creo que se van a dar cuenta de que si no entran en el juego, Texas solo exportará dinero a otros estados”.
La adquisición de Adelson es significativa en la medida en que la familia ha presionado activamente a los legisladores estatales durante años.
Varios factores han sido poderosos, pero hasta ahora han sido incapaces de conseguir un cambio normativo a favor de la legalización.
Factores como la influencia de Sheldon Adelson como donante desde hace mucho tiempo del partido republicano, así como la riqueza en constante expansión de su esposa Miriam Adelson, estimada en 33 mil millones de dólares.
Según Feldman:
“Que una familia como la suya tenga una participación mayoritaria en una de las principales franquicias de Texas es un factor positivo neto para los esfuerzos de legalización del juego en el estado”.
Texas es uno de los estados, si no el mayor, que aún no ha legalizado el juego en casinos ni las apuestas deportivas.
El estado, y Dallas en concreto, se consideran los lugares perfectos. Esto se debe a que alberga una gran afición por sus equipos deportivos y una población en crecimiento.
Andrew Brandt, director ejecutivo del Centro Moorad para el Estudio del Derecho Deportivo de la Facultad de Derecho de la Universidad de Villanova, destacó este punto:
“Texas es un estado muy grande. Una base de ingresos tan grande podría provenir de las apuestas deportivas y es la razón por la que muchos estados las han implantado. Es una anomalía que grandes estados como Texas y California estén al margen de esta industria”.
Legalizar las apuestas en casinos requeriría una enmienda a la Constitución de Texas. Esta necesita la aprobación de dos tercios en ambas cámaras de la Legislatura estatal para llevarla ante los votantes.
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