Encore de Wynn consigue la primera licencia de apuestas deportivas de Massachusetts

La Comisión del Juego de Massachusetts (MGC) ha aprobado la primera licencia de apuestas deportivas del Estado. La empresa receptora ha sido Encore Boston Harbor de Wynn Resorts.

Según la MGC, la decisión de aprobar la licencia de operador de apuestas deportivas de categoría 1 fue unánime.

La MGC prevé iniciar en enero las apuestas deportivas al por menor. Esto se llevaría a cabo en los tres casinos del Estado que pueden optar a una licencia.

Mientras, la MGC anunció que celebrará una audiencia pública el lunes 12 de diciembre sobre las cinco solicitudes de licencias de apuestas deportivas de categoría 3 vinculadas a casinos con licencia.

Las audiencias están diseñadas para dar al público la oportunidad de comentar las cinco solicitudes existentes.

Presentadas por Caesars Sportsbook y WynnBet, que estarían vinculadas a Encore Boston Harbor. BetMGM se instalaría en MGM Springfield, mientras que Fanatics y Penn Sports Interactive lo harían en Plainridge Park Casino.

El Gobernador de Massachusetts, Charlie Baker, firmó una ley de apuestas deportivas el 10 de agosto. En total, la ley permite hasta 15 licencias deportivas en línea, pero ocho estarán vinculadas a un casino físico.

Desde que el Tribunal Supremo de Estados Unidos anuló la prohibición de las apuestas deportivas en 2018, más de la mitad de los estados han introducido legislación sobre apuestas deportivas o están en proceso de hacerlo.

Entre los principales holdouts se encuentra California, cuyos ciudadanos votaron en contra de dos propuestas que habrían abierto las apuestas deportivas. Dicha postura se votó en dos proposiciones introducidas en la papeleta en las elecciones de mitad de mandato.

La campaña de los grupos de presión, tanto a favor como en contra, batió récords de gasto.

A pesar del entusiasmo por el tamaño potencial del mercado estadounidense de apuestas deportivas, la competencia es fuerte y muchas empresas han tenido dificultades para ganar dinero. Esto se debe a los elevados costes de comercialización y captación de clientes.