El Bank Rakyat Indonesia (BRI), de propiedad estatal, bloquea más de 1.049 cuentas vinculadas a actividades de juego en línea en el último año. El banco controla activamente las webs de apuestas en línea para identificar las cuentas del BRI usadas para depósitos y procede a bloquearlas.
La ofensiva surge en un contexto de creciente preocupación por el juego en línea en Indonesia. La Online Gambling Task Force (Grupo de Trabajo del Juego en Línea) calcula que hay 4 millones de jugadores en línea en el país. Del total, el 40% tiene entre 31 y 50 años. Un informe del Centro de Informes y Análisis de Transacciones Financieras (PPATK en inglés) reveló 60 millones de transacciones de juego en línea en el primer trimestre de 2024, por valor de 101 billones de rupias (unos 5,7 billones de euros).
El asunto ha alcanzado un punto de ebullición tras un escándalo en el que se ha visto implicada la Comisión para la Erradicación de la Corrupción (KPK). Esta es la agencia indonesia de lucha contra la corrupción. Al menos 17 empleados y antiguos empleados de la KPK se vieron implicados en apuestas en línea. Por ende, pone de manifiesto la omnipresencia del problema, incluso dentro de las instituciones gubernamentales.
El gobierno indonesio ha respondido con un enfoque múltiple. El vicepresidente Ma’ruf Amin pidió que se aplicara la ley de forma más estricta sobre apuestas en línea, tanto contra los organizadores como contra los participantes. En junio se creó un grupo de trabajo para acabar con las actividades de juego en línea. Ahora, las autoridades investigan las acusaciones contra funcionarios públicos.
La medida del BRI de bloquear las cuentas relacionadas con el juego es otro paso para frenar las apuestas en línea en Indonesia. Queda por ver si estos esfuerzos serán suficientes para atajar este problema tan extendido.
Indonesia toma medidas contra el juego en línea
La agencia de inteligencia financiera de Indonesia, el Centro de Informes y Análisis de Transacciones Financieras (PPATK), también ha dado un paso importante contra el juego en línea al bloquear más de 5.000 cuentas bancarias vinculadas a este tipo de actividades.
Aunque el valor exacto de las transacciones procesadas a través de estas cuentas sigue sin estar claro, los funcionarios del PPATK estiman que solo en el primer trimestre de 2024 las transacciones sospechosas alcanzaron los 600 billones de rupias (aproximadamente 33,9 billones de euros). Una tendencia preocupante es que la mayoría de estos fondos se han transferido desde Indonesia a países como Tailandia, Filipinas y Camboya.
La represión del juego en línea va más allá de congelar las cuentas. La PPATK ha detectado 3,2 millones de jugadores en línea en Indonesia, de los que el 80% apuestan una media superior a 100.000 rupias (5,66 euros). Estos ludópatas proceden de entornos diversos, como estudiantes, universitarios e incluso amas de casa. Las denuncias de apuestas en línea constituyen el mayor porcentaje (32,1%) de las transacciones financieras sospechosas notificadas a la PPATK, por encima del fraude (25,7%) y la corrupción (7%).
La PPATK ha expresado su preocupación por los riesgos potenciales del juego en línea, especialmente para las familias con bajos ingresos. Natsir Kongah, coordinador del grupo de relaciones públicas de PPATK, señaló que si una familia con unos ingresos diarios de 200.000 rupias (11,32 euros) gasta 100.000 rupias (5,66 euros) en juegos de azar en línea. Esto podría afectar significativamente a la capacidad de la familia para cubrir sus necesidades básicas.
La determinación del gobierno indonesio de luchar contra el juego en línea queda patente por crear un grupo de trabajo específico en junio de 2024. Dirigido por el ministro Coordinador de Asuntos Políticos, Jurídicos y de Seguridad, Hadi Tjahjanto, el grupo de trabajo tiene como objetivo erradicar el juego en línea debido a su ilegalidad y a su potencial para causar dificultades financieras, trastornos sociales y problemas psicológicos, que en última instancia conducen a la delincuencia.
