Lisa Nandy nombrada nueva ministra de Cultura, Medios de Comunicación y Deporte, un cambio significativo en el panorama político del Reino Unido. El cambio forma parte de la remodelación del gabinete realizada por el recién elegido primer ministro, Keir Starmer, tras la aplastante victoria del Partido Laborista en las elecciones de la semana pasada. Los laboristas con la cifra récord de 412 escaños han puesto fin a 14 años de reinado de los conservadores.
Se prevé que Nandy desempeñe un papel fundamental en el sector del juego y las apuestas en línea. El gobierno británico planea actualmente una importante reforma de la Ley del Juego, con especial énfasis en los juegos y apuestas en línea. Los cambios propuestos pretenden proteger mejor a las personas vulnerables e incluyen normas más específicas sobre cuándo los operadores en línea deben comprobar la situación financiera de los clientes para detectar indicios de pérdidas perjudiciales.
El gobierno también estudia introducir un límite de apuesta para las tragaperras en línea y reforzar la protección de los jóvenes de entre 18 y 24 años. Otras medidas propuestas son ralentizar los juegos de casino en línea y la puesta en marcha de campañas de seguridad en el juego. Estas reformas, cuya entrada en vigor está prevista para el verano de 2024, suponen un paso importante para que el juego y las apuestas en línea sean más seguros y responsables. Como ministra de Cultura, Medios de Comunicación y Deporte, Nandy probablemente desempeñará un papel decisivo para aplicar y controlar las reformas.
¿Quién es Lisa Nandy?
Lisa Nandy es diputada desde 2010. Al principio le costó hacerse un hueco en Westminster, pero acaparó la atención mediática en 2016 tras dimitir como oposición de Corbyn. La carrera política de Nandy dio un giro significativo en 2020, cuando se presentó a las elecciones para liderar el Partido Laborista y quedó tercera por detrás de Rebecca Long-Bailey y del ganador final, Keir Starmer.
A pesar de su degradación en la remodelación del gabinete en la sombra de Starmer en 2021, Nandy siguió con diligencia y ocupó cargos como el de ministra en la sombra para la Nivelación, Vivienda, Comunidades y Gobierno Local. Más tarde, fue ministra en la sombra asistente al gabinete para el desarrollo internacional. Conocida como un bastión de la “izquierda blanda” laborista, la trayectoria política de Nandy refleja su resistencia y su compromiso con el servicio público.
Nacida en el seno de una familia políticamente activa, con su abuelo como líder del Partido Liberal en la Cámara de los Lores y su padre como académico marxista, las inclinaciones políticas de Nandy fueron evidentes desde muy pronto. Su madre, trabajadora social y productora de Granada Television, también influyó en su visión del mundo. La vida personal de Nandy, incluida su etapa como escritora de columnas de citas durante su época universitaria y su afición por “Take That”, añade una dimensión única a su personaje.
Lisa Nandy lleva una vida discreta con su pareja, Andy Collis, consultor de relaciones públicas. La pareja tiene un hijo de 8 años. Nandy estudió en el Parrs Wood High School y en el Holy Cross College de Bury. Posteriormente cursó estudios de política en la Universidad de Newcastle y enriqueció su perfil académico con un máster en política pública en Birkbeck, Universidad de Londres.
La política de Nandy es progresista y se ha pronunciado sobre temas como la crisis del antisemitismo laborista. Representa a la circunscripción de Wigan y ha centrado sus esfuerzos en poner de relieve el estado de las ciudades del Norte. Los diversos orígenes y experiencias de Nandy, desde su educación de clase media en Manchester hasta su trabajo con los sin techo y los niños refugiados en Londres, han dado forma a su ideología y enfoque políticos. Así, se convirtió en una figura significativa de la política británica.
Ascenso de la mujer en la política británica
El nombramiento de Nandy es un claro indicio del compromiso de Starmer por promocionar a las mujeres políticas dentro de su gabinete. Toma el relevo de Lucy Frazer, ministra conservadora nombrada por el primer ministro saliente, Rishi Sunak, en febrero de 2023. Frazer fue una de las varias ministras que perdieron su escaño en las recientes elecciones.
Curiosamente, Thangam Debbonaire, ministra de Cultura, Medios de Comunicación y Deporte en la sombra del Partido Laborista, también fue una de las que perdieron su escaño. Se esperaba que Debbonaire asumiera el cargo en el gobierno, pero sufrió una dura derrota ante su rival local del Partido Verde.
Nandy, diputada desde 2010, ha sido ministra en la sombra de Desarrollo Internacional y de Vivienda. Representa a la circunscripción de Wigan, en el norte de Inglaterra. A pesar de no tener vínculos directos con las industrias de los medios de comunicación y el entretenimiento, Nandy tiene una conexión personal con el sector a través de su madre, productora de televisión, según recoge un perfil del Times of London.
En 2020, Nandy escribió un artículo para una web laborista titulado: “Defenderé unos medios de comunicación libres. Así es como debería reformarse la BBC“. En el artículo, proponía gravar a las empresas de redes sociales para financiar los medios locales y el periodismo de investigación, proteger el canon de la BBC y reestructurar el consejo de la BBC para que sea propiedad de los titulares del canon y esté dirigido por ellos.
Nandy se enfrenta a un periodo de incertidumbre en el sector de la televisión británica. La industria se enfrenta a las secuelas de la pandemia, las huelgas de guionistas y actores de Hollywood, la reducción de presupuestos, el declive del mercado publicitario televisivo y el retroceso del gasto de los servicios de streaming, todo lo cual ha afectado a una mano de obra predominantemente autónoma.
A principios de este año, el gobierno conservador introdujo una nueva desgravación fiscal del 40% para las producciones británicas, con un presupuesto inferior a 19 millones de dólares. Esta medida pretendía revitalizar un sector cinematográfico independiente que estaba al borde del colapso, con una caída del gasto a solo 150 millones de dólares en 2023. Aunque la industria cinematográfica ha acogido con satisfacción la iniciativa, muchos creen que el gobierno entrante debe hacer mucho más para proteger un sector que es uno de los que más crece de la economía británica. Aun así, se ha vuelto cada vez más frágil.
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