Las microapuestas y la IA preocupan a la Comisión del Jue

La personalización y las microapuestas en iGaming son dos tendencias emergentes que la Comisión del Juego de Gran Bretaña considera preocupantes. Sarah Gardner, directora general adjunta de la organización, declaró que estas tendencias requieren “una reflexión”.

Microapuestas

Las microapuestas son una nueva forma de juego que permite a los jugadores apostar en “micro” eventos específicos durante una competición deportiva, en lugar de hacerlo únicamente en los resultados del partido. Por ejemplo, durante un partido, un jugador puede apostar por el número de tarjetas amarillas en los próximos 20 minutos. Los apostantes se sienten atraídos por estas apuestas porque reciben resultados más rápidos y pueden realizar múltiples microapuestas a lo largo del partido, en comparación a esperar el resultado.

Integrar las apuestas deportivas en las aplicaciones móviles ha contribuido significativamente a la aparición y adopción generalizada de las microapuestas. Los operadores pueden ahora procesar las apuestas y mostrar las cuotas casi al instante. Esto se debe a que el tiempo es crucial en las microapuestas.

Los detractores argumentan que las microapuestas plantean mayores riesgos para los jugadores debido a su rapidez, emoción, dependencia del azar más que de los conocimientos deportivos y atractivo potencial para los jugadores problemáticos.

El jefe de la Comisión del Juego de Gran Bretaña también señaló que la naturaleza subjetiva de las microapuestas da lugar a numerosas disputas entre jugadores y operadores. Por ejemplo, pueden surgir desacuerdos sobre si se produjo una acción específica durante el partido.

Explicó que la subjetividad presenta nuevos retos para los operadores y los reguladores: “Acontecimientos como los goles marcados, los saques de esquina o las tarjetas amarillas son objetivos: pasaron o no. No ocurre lo mismo en los mercados a nivel de jugador (o microapuestas). En última instancia, es más subjetivo saber si se ha chutado, si el balón ha ido a puerta, si se ha hecho una entrada o no, etcétera. Una vez que introducimos conceptos que requieren que un ser humano emita un juicio subjetivo, introducimos el debate y la discusión. No digo que estos micromercados no deban existir, pero hemos asistido a un notable aumento de las disputas por parte de los consumidores cuando las apuestas, ya de por sí de mayor margen y selección múltiple, tienen ahora elementos que una persona puede ver de forma diferente, especialmente cuando marcan la diferencia entre ganar y perder. “

Algunos tipos de apuestas similares a los descritos por Sarah Gardner ya están prohibidos en Francia por la ANJ, el regulador francés. La ANJ ha decidido prohibir las apuestas que no dependen de la habilidad y los conocimientos deportivos de los apostantes. Además, insiste en que las apuestas deben implicar un resultado deportivo. Por ejemplo, no se permite apostar sobre “el color de las medias de un jugador o si el número de goles marcados será par o impar”, según las directrices de la ANJ.

Personalización

A la Comisión del Juego de Gran Bretaña también le preocupa el mayor interés de los operadores por la personalización. Los operadores pretenden utilizar los datos recogidos durante el juego de un apostante para adaptar futuras interacciones. Cada partido proporciona a los operadores más información sobre los hábitos del jugador. Esto les permite ofrecer experiencias perfectamente adaptadas a los estilos de juego individuales. En última instancia, el objetivo de los operadores es mantener el interés del jugador durante periodos prolongados.

“Si los productos o su entrega se ajustan cada vez más a los intereses y los desencadenantes de la participación del consumidor, ¿qué riesgos plantea esto en términos de gestión de los riesgos de juego excesivo?”, advirtió Sarah Gardner, de la Comisión del Juego de Gran Bretaña.

Por el contrario, los operadores sostienen que usar la IA para controlar las preferencias y hábitos de los apostantes puede ayudar a identificar comportamientos de juego problemáticos. Por ende, a proteger a los jugadores. La IA, por ejemplo, podría detectar cambios de comportamiento, como el aumento de la frecuencia de las apuestas tras pérdidas importantes.

Sin embargo, Charles Ritchie, cofundador de la organización benéfica Gambling with Lives, se muestra en total desacuerdo con la idea de que la IA pueda mitigar eficazmente los daños. “Las afirmaciones de que la IA podría reducir los daños en el sector del juego no son más que una cortina de humo. Tenemos pruebas claras de muchas familias en duelo a las que apoyamos de que los algoritmos de IA simplemente no actúan.”

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