En Colorado, Estados Unidos, hay 170 millones de dólares en apuestas de partidos de ping-pong que se juegan en Europa del Este. En febrero del año pasado, en un gimnasio poco concurrido de Polonia, dos jugadores relativamente desconocidos se enfrentaron en un partido de 14 minutos. A miles de km de distancia, un apostador estadounidense se apostó 35.000 dólares por el resultado. Es una de las mayores apuestas jamás realizadas en el deporte.
Millones de dólares
Solo en 2023, en Colorado se apostaron 107 millones de dólares en apuestas de ping-pong. Los datos de la Lotería de Oregón indican que el tenis de mesa se ha convertido silenciosamente en uno de los deportes más populares para apostar. En 2023, se apostaron 57 millones de dólares en este deporte, un aumento espectacular respecto a los 18,5 millones apostados en 2022. Este aumento representa 890.000 apuestas individuales. Aunque el tenis de mesa sigue estando por detrás del baloncesto, el fútbol y el béisbol, ahora supera a deportes más tradicionales como el tenis, el fútbol, el hockey y el golf en cuanto a interés por las apuestas.
Los apostantes incluso apuestan más por partido en tenis de mesa que en otros deportes. La apuesta media en tenis de mesa es de 66 dólares, respecto a los 24 dólares de los partidos de la NFL, los 34 dólares del béisbol de las Grandes Ligas y los 41 dólares de los partidos de la NBA.
Los partidos suelen celebrarse en gimnasios destartalados, sin público, locutores ni aficionados, y los marcadores se llevan manualmente. Los jugadores, aunque expertos, distan mucho de ser de élite.
“No es el nivel más alto. Yo lo consideraría de club. Son jugadores serios, pero no se acercan a la selección nacional”, afirma Sean O’Neill, dos veces olímpico. Entonces, ¿por qué el intenso interés de las apuestas?
“La cocaína de las apuestas”
“Esto es como la cocaína de las apuestas deportivas”, explicó el doctor Ken Pendleton, de la Universidad de Oregón. Señaló que el enorme volumen de partidos, con nuevos encuentros que empiezan constantemente, sumado a su corta duración. Esto permite realizar apuestas rápidas y repetidas. El ritmo incesante y la acción continua dejan poco margen para la inactividad. Todo mantiene a los apostantes constantemente ocupados. La mayoría de ellos ven estos partidos en YouTube o directamente a través de plataformas de apuestas.
COVID-19: el catalizador
El auge de la popularidad empezó durante la pandemia, cuando se cancelaron la mayoría de los eventos deportivos más importantes. La demanda de estos partidos de ping-pong fue tan abrumadora que el número de encuentros se disparó y sigue creciendo.
“Hay jugadores compitiendo 24 horas al día, 7 días a la semana”, afirma O’Neill. “Los partidos se celebran a las tres, a las cuatro, a las cinco de la mañana, porque se retransmiten para los apostantes. Los apostantes siempre están pendientes del partido”.
Preocupación por partidos amañados
En 2020, las autoridades de Colorado y Nueva Jersey prohibieron temporalmente las apuestas sobre tenis de mesa por la preocupación de posibles amaños de partidos en Ucrania. Sin embargo, la mayoría de estos partidos los organiza la TT Elite Series, con sede en Polonia. Esta organización nunca se ha visto implicada en escándalos de amaño de partidos y ha sido diligente a la hora de mantener la integridad de los encuentros.
Plataformas como DraftKings, que retransmiten estos partidos a los apostantes estadounidenses, también desempeñan un papel para prevenir partidos amañados. Esto se debe a que siguen de cerca los patrones de apuestas.
