Miles de ciudadanos chinos han empezado a realizar abiertamente extensas operaciones de juego en la ciudad de Payathonzu. Esta también se conoce como Paso de las Tres Pagodas, situada en el municipio de Kyainseikgyi, junto a la frontera entre Tailandia y Myanmar. Según el informe de Burma News International, los residentes han observado una importante afluencia de ciudadanos chinos desde mayo, que ascienden a miles.
El informe señala además que el aumento de ciudadanos chinos se corresponde con una notificación de la Fuerza de Vigilancia Fronteriza (BGF) en Shwe Kokko. Se trata del municipio de Myawaddy, estado de Karen. La notificación exigía a los extranjeros implicados en actividades de juego y estafa de telecomunicaciones (Zhapian) que se marcharan antes de octubre. En consecuencia, muchos ciudadanos chinos se han trasladado a Payathonzu.
Alquiler y compra de propiedades
Actualmente, estos ciudadanos chinos alquilan casas, dormitorios y pensiones a precios elevados en el centro de Payathonzu. Además, están adquiriendo terrenos de primera para construir residencias de lujo. Zonas como Kyaung Gate Tan, controlada por el Ejército Benevolente Democrático Karen (DKBA), han sido designadas para actividades de juego”.
Los ciudadanos chinos llegados de Tailandia con pasaporte y documentación en regla, así como los transportados a través de la carretera Myawaddy-Mawlamyine-Payathonzu mediante acuerdos entre el BGF y el DKBA, se están instalando ahora en Payathonzu. Los informes indican que el DKBA y el BGF cobraron hasta 100.000 bahts (2.544 euros) a cada ciudadano chino por los servicios de transporte.
Proliferación de negocios de apuestas
Las organizaciones que vigilan a los grupos étnicos armados en la región han informado de que en Payathonzu están floreciendo casinos y negocios de juego, operados principalmente por ciudadanos chinos e individuos asociados con el DKBA y el BGF. Un analista señaló que en las operaciones de juego participan ciudadanos chinos y afiliados al DKBA.
Preocupación local e impacto económico
Los residentes están alarmados por la proliferación de las actividades de juego. Un lugareño informó de que la apuesta mínima puede comenzar en solo 100 o 200 bahts (de 2,54 a 5,09 euros). Esto atrae a los trabajadores manuales y a los jóvenes a jugar. El informe añadía que a los empresarios locales también les preocupa que la afluencia de ciudadanos chinos que explotan negocios de juego domine la economía de la ciudad.
Además de las tropas de la junta, en Payathonzu actúan varios grupos armados, como el DKBA, el BGF, la Unión Nacional Karen (KNU), la Unión Nacional Karen/Ejército de Liberación Nacional Karen – Consejo de Paz (KNU/KNLA-PC), el Nuevo Partido del Estado Mon (NMSP) y las Fuerzas de Defensa Popular (PDF), lo que contribuye a la compleja y volátil situación.
Cambio normativo
La promulgación de la Ley del Juego de 2019 marcó un cambio significativo en la industria del juego de Myanmar. Así, permiten a las empresas operar casinos bajo estrictas regulaciones. Los objetivos principales de la ley son proteger a los jugadores e impulsar el turismo. Como resultado, los casinos se consideran cada vez más como valiosas fuentes de ingresos y empleo.
La mayoría de estos casinos están estratégicamente situados cerca de las fronteras de Myanmar y atraen sobre todo a visitantes de China y Tailandia. Esta situación geográfica aprovecha la afluencia de visitantes internacionales, estimula la economía local y ofrece numerosas oportunidades de empleo en los sectores de la hostelería y el juego.
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