Montenegro quiere gravar las ganancias

El gobierno de Montenegro propone un impuesto del 15% sobre las ganancias del juego como parte de su estrategia fiscal. Este impuesto generaría cinco millones de euros adicionales al año. Por ende, ayudaría a compensar la pérdida de ingresos al reducir las cotizaciones al seguro de pensiones. Sin embargo, la propuesta se ha enfrentado a importantes críticas de los operadores de juego, que advierten de posibles repercusiones negativas.

No es el primer intento de Montenegro de introducir un impuesto sobre las ganancias del juego. La Asamblea Nacional aprobó una ley similar en diciembre de 2014, pero fue derogada debido a la falta de aplicación por parte del ministerio de Finanzas y los operadores de juego. La falta de legislación secundaria hizo que el impuesto nunca se recaudara, lo que llevó a su retirada. Ahora, nueve años después, el nuevo gobierno vuelve a proponer esta medida con la esperanza de aplicarla con éxito.

Reacciones del sector

El grupo de operadores de juego de la Cámara de Comercio ha expresado su profunda preocupación por el impuesto propuesto. Argumentan que introducirlo podría provocar una caída del 30% en los ingresos de los operadores legales. Así, afectaría negativamente a los ingresos del estado procedentes de los cánones variables de concesión. Actualmente, generan unos 22 millones de euros anuales y han ido en aumento.

Según los operadores, el aumento de la presión fiscal podría empujar a los jugadores hacia el mercado negro y los operadores en línea extranjeros que no están sujetos a este impuesto.

Los operadores también han expresado su preocupación por las dificultades técnicas que plantea la aplicación del impuesto propuesto. Argumentaron que calcular y recaudar el impuesto podría ser difícil debido al tratamiento variable de las apuestas y ganancias a lo largo de un juego, lo que complica una evaluación fiscal precisa.

Prácticas de los países de la UE

No existe una práctica uniforme para gravar los juegos de azar en los países de la UE. Esto se debe a que los Estados miembros tienen autonomía para regular este ámbito según sus propias normas. Algunos países imponen tipos impositivos más altos a los operadores, mientras que otros gravan las ganancias.

En Croacia se gravan las loterías y apuestas, pero no las ganancias de casinos y máquinas tragaperras. Los tipos impositivos varían en función del importe de las ganancias y oscilan entre el 10% y el 30%.

En Bosnia y Herzegovina, las normas fiscales sobre las ganancias difieren entre la Federación y la República Srpska. La Federación grava con un 10% las ganancias que superan un determinado umbral. En cambio, la República Srpska no aplica ningún impuesto sobre las ganancias, lo que da a los operadores de esa región una ventaja competitiva.

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