Este miércoles, 10 de julio, el exjugador de la NBA Jontay Porter se declaró culpable de conspiración para cometer fraude electrónico. Porter pagó una fianza de 250.000 dólares y quedó en libertad. Su sentencia está prevista para el 18 de diciembre.
El pasado mes de abril, el famoso jugador de baloncesto fue inhabilitado de por vida para jugar en los Toronto Raptors o en cualquier otro equipo de la NBA. Se descubrió que estaba implicado en un escándalo de apuestas deportivas. Porter compartía información privilegiada con apostantes deportivos y manipulaba los partidos. Una investigación dirigida por la NBA reveló también que el pívot de los Toronto Raptors apostaba en partidos de la liga. Aunque en ninguno de los partidos implicados en las apuestas jugó Porter, apostó contra su propio equipo. También se benefició de información privilegiada, como saber si los demás miembros del equipo se encontraban bien o no.
La liga explicó que Porter informó en privado a un apostante deportivo de que sufría una lesión. También se retiró de un partido sólo tres minutos después de que empezara y alegó que estaba enfermo. En varias otras ocasiones, según los mensajes de la investigación, Porter alegó estar enfermo o lesionado para algunos partidos como excusa para faltar.
Beneficios de 1,1 millones de dólares
Compartir la información y manipular los resultados de los partidos llevó a un apostante asociado a realizar una apuesta de 80.000 dólares y embolsarse 1,1 millones. Apostó a que Porter rendiría por debajo de lo esperado durante un partido entre los Toronto Raptors y los Kings. Sin embargo, la investigación detuvo la empresa ilegal antes de que Porter y sus cómplices pudieran empezar a embolsarse sus ganancias.
Jontay Porter está procesado junto con otros cuatro hombres. La conspiración federal para cometer fraude electrónico puede acarrear una pena máxima de 20 años de prisión, pero es más probable que Porter se enfrente a una condena de 41 a 51 meses de cárcel.
Adicción al juego
“Sé que lo que hice estuvo mal, es ilegal, y lo siento profundamente”, declaró Jontay Porter ante el tribunal. También explicó que las malas decisiones que le costaron su carrera tenían su origen en una adicción al juego que le dejó enormes deudas.
Fue el primer jugador inhabilitado por actividades relacionadas con el juego en 70 años. Sin embargo, en 2016, O.J. Mayo fue suspendido por consumo de drogas. En 2014, Donald Sterling, entonces propietario de los Clippers, se vio obligado a vender el equipo por hacer comentarios racistas.
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