888 Holdings mantiene su postura respecto a los problemas de cumplimiento que han afectado a su adquisición, William Hill UK. La Comisión del Juego de Reino Unido impuso una multa récord por infracciones descritas como “generalizadas y alarmantes”.
A pesar de ello, 888 Holdings insiste en que las medidas que ha tomado desde que adquirió la casa de apuestas el año pasado, valorada en 2 mil millones de libras, han sido suficientes para resolver las quejas contra ellos. El conglomerado del juego señaló que sus condiciones de adquisición se acordaron con Caesars Entertainment tras un mes de la última sanción económica. El acuerdo no se cerró hasta abril del año siguiente.
Aunque los plazos pueden ser favorables para 888, no es el único fallo público importante que ha sufrido este año. En enero, una serie de incumplimientos similares relacionados con cuentas VIP en Oriente Medio llegó a los titulares.
En este contexto, las operaciones de 888 se calificaron de negligentes por varios descuidos y errores contra el blanqueo y políticas KYC. Fallos lo suficientemente graves como para provocar la dimisión de Itai Pazner como consejero delegado.
A pesar de esta última serie de fracasos, 888 todavía mantiene su posición, haciendo hincapié en que abordan los aspectos específicos de las quejas dirigidas a William Hill y además están comprometidos a ayudar a la Comisión para fortalecer, mejorar y reformar la legislación relacionada con la responsabilidad en las apuestas del Reino Unido.
Además de batir un récord, la situación con William Hill marca un antes y un después. La comisión de Medios Digitales, Cultura, Medios de Comunicación y Deporte (DCMS en inglés) está preparando un amplio libro blanco sobre el juego con el objetivo de revisar la ley del juego de 2005, de la que provienela legislación actual.
El libro blanco y la legislación, que se espera que le preceda, es un tema que mucha gente del Reino Unido quiere que salga bien. Sir Iain Duncan Smith, vicepresidente del Grupo Parlamentario Multipartidista sobre Daños Relacionados con el Juego, ha subrayado la urgente necesidad del libro blanco.
Explicó cómo el proceso ha sido lento y gradual. Además, detalló la incomodidad del Gobierno ante una regulación más estricta y se mostró reticente en muchos casos:
“Se oyen cosas fuertes de que todo de lo que he hablado, la tasa legal, los controles de asequibilidad, la prohibición de las salas VIP, todas estas cosas y los poderes de la comisión y la determinación de la comisión para usarlos, espero que estén en el Libro Blanco, en cuyo caso estaremos por fin en camino de conseguir una industria del juego mejor regulada, no sobrerregulada”.
La regulación de la publicidad también es un tema que requiere atención. El libro blanco tiene que incluir proteger a las personas contra la adicción al juego y a los niños de la publicidad engañosa o falaz. Esto es especialmente importante cuando incluimos el juego en línea. La facilidad con la que uno puede empezar a jugar haciendo clic en un anuncio es asombrosa y, en muchos casos, puede incentivar un problema de ludopatía.
Otra deficiencia de la ley sobre el juego de 2005 es la frecuencia de las sanciones y la falta de comunicación al respecto. Los comentarios que ha solicitado el Comité a operadores como Bet365 y Flutter demuestran el descontento con esta reticencia a colaborar para mejorar el sector. Tal y como están las cosas, la falta de comunicación ha llevado a un sistema en el que las multas son habituales y se están convirtiendo en otro coste empresarial.
