La KSA sanciona a Bingoal por dirigirse a adultos jóvenes
La Autoridad del Juego de los Países Bajos, Kansspelautoriteit (KSA), sanciona al operador de juegos de azar Bingoal Nederland con 400.000 euros.
El operador fue declarado culpable de dirigirse a personas de entre 18 y 24 años en la publicidad, una práctica explícitamente ilícita en los Países Bajos.
Bingoal Nederland, con sede en Bruselas, fue objeto de una investigación iniciada de la KSA a raíz un programa de televisión llamado Kassa. En él, se reveló que, entre octubre de 2021 y marzo de 2022, Bingoal había enviado mensajes publicitarios a un grupo demográfico denominado “adultos jóvenes”.
El artículo 2 de la Ley neerlandesa de Apuestas y Juegos de Azar (Bwrvk) prohíbe a un operador con licencia dirigir material de marketing o promocional a adultos jóvenes. Se trata de una normativa que fue defendida por la KSA cuando impuso la sanción.
Eso no está permitido, porque los adultos jóvenes son un grupo objetivo vulnerable. Los cerebros de los jóvenes aún se están desarrollando. Por ello, son más susceptibles a la adicción al juego.
En la decisión de sanción publicada, la KSA reveló que, según numerosas fuentes, muchos operadores con licencia seguían incumpliendo las normas de publicidad, a pesar de la nueva regulación del mercado en línea que entró en vigor en octubre de 2021.
Se prevén más multas, ya que esta es la quinta infracción descubierta gracias a las investigaciones de la KSA. Se trata de un conjunto de investigaciones que se iniciaron tras las modificaciones de la legislación reguladora.
La multa impuesta a Bingoal ha sido deliberada y se han tenido en cuenta varios factores.
Se empezó a hablar de una multa administrativa, ya que sería debidamente justa en lugar de la gravedad de la infracción real.
A continuación, el hecho de que no se intentara detener o mitigar ninguno de los mensajes, en forma de correos electrónicos, para que no llegaran a los jóvenes adultos, a pesar de disponer de los conocimientos y la tecnología para hacerlo.
Bingoal no negó haber enviado el material promocional en cuestión. Aun así, no admitió haber actuado mal, ya que explicó que describir los mensajes como “dirigidos” era inexacto.
El operador incluso alegó que el regulador tenía parte de la culpa, dado que el término no estaba aclarado en la legislación.
La apelación fue rechazada por la KSA. De hecho, declaró que es responsabilidad de los licenciatarios comprender los requisitos de su licencia.
La multa se fijó entonces en 350.000 euros por el incumplimiento de la propia normativa y en 50.000 euros adicionales por el carácter prolongado de la infracción.
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