Récord en Corea del Sur de juego ilegal a pesar de la regulación

Lea Hogg May 6, 2024
Récord en Corea del Sur de juego ilegal a pesar de la regulación

Corea del Sur libra una batalla contra la creciente ola de apuestas. La regulación estricta del país tiende una amplia red que abarca todas las formas de juego.

Imagínate un casino solitario, el Kangwon Land Casino, enclavado en las afueras de Seúl. Es el único lugar donde los surcoreanos pueden jugar legalmente, un privilegio protegido por la Ley Especial de Ayuda al Desarrollo de Minas Abandonadas.

Sin embargo, el atractivo de las apuestas en línea atrae. Las apuestas deportivas en el extranjero son la fruta prohibida. Aun así, las autoridades tienen un control, siempre atentas a las infracciones. Recientes casos de redes de apuestas deportivas en línea han desembocado en detenciones, un duro recordatorio de las consecuencias.

El ámbito de aplicación de la ley coreana es amplio y abarca todas las formas de juego de los surcoreanos, tanto en el país como en el extranjero. Sin embargo, hay un matiz. Los turistas y expatriados pueden jugar legalmente en todos los casinos del país. La ley coreana no se aplica a los extranjeros, salvo en los delitos más excepcionales.

La definición de «juego» puede parecer elusiva, pero el Tribunal Supremo coreano ha aportado claridad. Define «juego» como el acto de obtener ganancias o pérdidas monetarias mediante apostar bienes en un juego o actividad basados en el azar.

El panorama normativo lo encabeza la Comisión Nacional de Control del Juego (NGCC), el organismo que controla la industria del juego en Corea del Sur.

A pesar de estas medidas estrictas destinadas a controlar el juego y mitigar sus posibles efectos negativos, como la adicción y los delitos asociados, persiste una preocupación. Las actividades ilegales de juego, especialmente entre los jóvenes, persisten y ensombrecen estos esfuerzos.

Aumento de jugadores menores de edad

Como informó SiGMA Noticias, Corea del Sur demuestra un patrón preocupante. La edad de los jugadores menores de edad está disminuyendo, mientras que su número va en aumento. La Agencia Nacional de Policía de Corea del Sur (KNPA) ha informado recientemente de un aumento significativo del número de menores coreanos implicados en actividades de juego ilícito. Esta tendencia alarmante ha impulsado a las fuerzas del orden a idear medidas preventivas integrales.

En los últimos cinco años, la edad media de los adolescentes ha disminuido constantemente, hasta un mínimo de 16,1 años en 2023. Ese mismo año, un total de 171 adolescentes, de entre 14 y 19 años, fueron detenidos por sospechosos de participar en apuestas ilegales. Esto supuso un aumento de 2,3 veces respecto a la cifra de 74 del año anterior. El 92,4% de los detenidos eran varones.

La KNPA también indicó que un 84,8% de los sospechosos participaban en actividades de juego en línea, como el bacará y las apuestas deportivas. Cada partida solía durar sólo unos 10 segundos. Además, el 56,7% de estas personas accedían a las plataformas de juego en cibercafés, principalmente con ordenadores y móviles.

Las autoridades policiales prevén un aumento continuado del juego juvenil a través del móvil. Esto se debe a su fácil accesibilidad y a la percepción entre los jóvenes de que el juego móvil es un mero pasatiempo ocasional. Sin embargo, la policía ha advertido de que la participación de menores en el juego ilegal podría dar lugar a diversos delitos asociados, como casos de violencia escolar y actividades fraudulentas destinadas a conseguir fondos para el juego.

El comisario de la Agencia Nacional de Policía, Yoon Hee-keun, recalca la amenaza que suponen las apuestas ilegales con móvil para la juventud. Se comprometió a combatir la adicción de los jóvenes al juego gracias a intensificar la orientación y los esfuerzos para prevenir las recaídas.

Como respuesta, las fuerzas del orden planean lanzar programas de concienciación dirigidos a estudiantes de secundaria y bachillerato y a sus padres. Estos programas pretenden educarles sobre los peligros del juego. Además, se establecerán programas de rehabilitación en colaboración con centros locales de asesoramiento para adolescentes. Estos proporcionarán asesoramiento, asistencia médica y apoyo jurídico a los infractores. Asimismo, ofrecen un enfoque integral para abordar el problema cada vez más común.

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