Los expertos piden un mejor planteamiento para reintegrar a los jugadores que antes estaban en listas de autoexclusión. En EE.UU., el 3,5% de los jugadores tiene problemas con el juego.
En EE.UU., el Consejo Nacional de Legisladores de los Estados del Juego (NCLGS en inglés) se reunió durante el Summer Meeting de Pittsburgh. Uno de los paneles se centró en los programas de autoexclusión voluntaria y cuestiona los distintos enfoques que varían enormemente de un estado a otro.
“Es radicalmente distinto en cada jurisdicción”, explicó el miércoles Marlene D. Warner, directora general del Consejo de Juego y Salud de Massachusetts. Warner añadió: “Las reincorporaciones se están convirtiendo más en la norma que en la excepción en cuanto a tener unos criterios y no solo, ¡puf! Un día se acaba tu tiempo”.
Falta de empatía
Los ponentes explicaron que los antiguos jugadores autoexcluidos que regresaban a los casinos eran tratados como delincuentes y argumentaron que los operadores de juego comerciales y tribales deben replantearse su enfoque a la hora de interactuar con estos jugadores que regresan.
Jennifer Shatley, directora ejecutiva de la Asociación de Juego en Línea Responsable, quiso recordar que la adicción al juego es ante todo un problema de salud mental. Dijo: “Es una cuestión muy complicada. Hay que pensar en ello como un problema de salud mental y cuál es el mejor enfoque para abordarlo, en lugar de convertirlo en una actividad delictiva o en un mecanismo de aplicación de la ley contra todos los demás”.
Warner coincidió: “Esto no pretende ser un procedimiento penal. Te han pedido ayuda. Préstasela. Piensa en ello como un enfoque compasivo y asegúrate de que son escoltados fuera con respeto”.
Variaciones entre estados
En algunos estados, como Rhode Island, las personas en VSE están obligadas a acudir a terapia antes de poder volver a jugar. Esto es independientemente de que haya terminado su tiempo de baja.
En otros estados, los jugadores deben presentar una petición y someterse a un examen con una junta.
En algunos estados, como Nueva Jersey o Pensilvania, el jugador solo tiene que presentar un formulario de reincorporación.
Readmisión pasiva o activa
Existen dos enfoques para reincorporarse: el proceso activo, en el que los jugadores deben solicitar activamente el fin de su exclusión, o el proceso pasivo, en el que la reincorporación se produce automáticamente una vez que expira el periodo de exclusión. Exigir a un jugador autoexcluido que escriba una carta para solicitar el restablecimiento al final o cerca del final del periodo de exclusión es un ejemplo de un enfoque de restablecimiento activo.
Un estudio sobre la VSE revela que la gran mayoría (97,8%) de los ludópatas estaban “bastante satisfechos” o “muy satisfechos” con sus experiencias en las reuniones obligatorias.
“Sin embargo, hay quienes sostienen que el asesoramiento obligatorio sólo puede beneficiar a los que están receptivos y motivados, además de disuadir a los ludópatas de entrar en un programa de autoexclusión para empezar”, se lee en un estudio sobre las mejores prácticas para la reinserción y la renovación.
Perfiles variados
Algunos ponentes abordaron la cuestión de la suposición de que apuntarse a un programa de autoexclusión implica tener un problema patológico de juego. Por ejemplo, en muchos estados, al rellenar los formularios para autoexcluirse, el jugador debe aceptar que padece un trastorno o problema de juego.
“Eso probablemente no es apropiado porque, de nuevo, no se trata de un diagnóstico”, dijo Shatley. “No se quiere disuadir a la gente de que se inscriba. Así que, si alguien no quiere hacer esa declaración, puede disuadirle de autoexcluirse, cosa que tiene que hacer. No quieren hacer esa declaración pública porque no es verdad o porque no quieren hacerla pública. Y esas son algunas de las cosas que hay que tener en cuenta”.
La verdad, explicaron los ponentes, es más complicada. “Ciertamente, puede deberse a que tengan problemas relacionados con el juego”, dijo Shatley. “O puede que haya habido una muerte en la familia y se den cuenta de que no deberían jugar durante ese tiempo. Puede que se gasten un poco más de dinero del que creen que deberían en ese momento”.
